Las autoridades rusas abrieron el sábado una investigación sobre la muerte de 18 personas en los Urales tras haber consumido alcohol adulterado, en la segunda tragedia de este tipo en menos de dos semanas en el país.
Según el comité de investigación, “varias personas vendieron a los ciudadanos un alcohol (alcohol metílico) que era peligroso para la vida y la salud” durante las dos últimas semanas en Ekaterimburgo, una gran ciudad de los Urales.
“Tras la ingestión de este líquido, murieron 18 personas”, precisó en un comunicado, en el que da cuenta de dos detenidos.
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Se ha abierto una investigación por “venta de productos que no se ajustan a los estándares y que han provocado muerte por negligencia”, un delito que puede sancionarse con 10 años de prisión.
Los incidentes mortales por consumo de alcohol adulterado o productos tóxicos son frecuentes en Rusia, un país donde 21 millones de personas viven por debajo del umbral de la pobreza.
El precio del vodka comercial es prohibitivo para millones de rusos.
Por falta de recursos, los más pobres obtienen alcohol de cosméticos, productos de la limpieza o anticongelantes para coches.
Fueron 24 personas las que fallecieron beber vodka de contrabando en Rusia, y se teme que haya más muertes.
Berekeshov, hombre de seguridad local, y su pareja celebraban el montaje de muebles nuevos para su hogar tomando un trago de vodka. Sin que ellos lo supieran, el licor era falso, lo que provocó que ambos fueran trasladados de urgencia al hospital y murieran con cinco horas de diferencia.
Con la muerte de ambas personas, cinco niños de uno, dos, cuatro, ocho y 12 años en la ciudad de Orsk, quedaron huerfanos en la región de Orenburg.
Se está llevando a cabo una importante investigación y ya han sido detenidos cuatro hombres y dos mujeres sospechosos.
Con información de AFP.