Argelia anunció este martes 24 de agosto que rompía sus relaciones diplomáticas con Marruecos, a raíz de las “acciones hostiles” de su vecino, tras meses de tensiones entre estos dos países del Magreb.
“Argelia decidió romper relaciones diplomáticas con el reino de Marruecos a partir de hoy”, declaró el ministro argelino de Relaciones Exteriores, Ramtane Lamamra, en una rueda de prensa.
El ministro acusó a Rabat de llevar a cabo “acciones hostiles contra Argelia”.
“Los servicios de seguridad y la propaganda marroquíes libran una guerra vil contra Argelia, su pueblo y sus dirigentes, lanzando rumores y difundiendo informaciones maliciosas e incendiarias”, dijo.
El funcionario argelino lamentó el comportamiento de Marruecos, que conduce “al conflicto en lugar de a la integración en la región” del Magreb.
Por el momento, Rabat no hizo ningún comentario respecto del anuncio de Argel.
A finales de julio, el rey Mohamed VI de Marruecos deploró las “tensiones” con Argelia e invitó al presidente argelino Abdelmadjid Tebboune a “trabajar al unísono para el desarrollo de las relaciones” entre ambos países.
Normalmente ya complicadas, las relaciones entre Argelia y su vecino marroquí se han ido deteriorando, sobre todo a raíz del espinoso tema del Sáhara occidental.
La normalización de las relaciones diplomáticas entre Marruecos e Israel —a cambio del reconocimiento estadounidense de la “soberanía” marroquí sobre ese territorio— atizó las tensiones con Argel, que denunció “maniobras extranjeras” para desestabilizarlo.
Tampoco gustaron a las autoridades argelinas las afirmaciones del jefe de la diplomacia israelí, Yair Lapid, quien en una visita oficial a Casablanca el 12 de agosto manifestó su “preocupación por el papel de Argelia en la región, su acercamiento a Irán y la campaña que efectuó contra la admisión de Israel como miembro observador de la Unión Africana (UA)”.
Las relaciones diplomáticas entre los dos países ya fueron interrumpidas anteriormente una primera vez, cuando el 7 de marzo de 1976 Rabat las suspendió tras el reconocimiento, por parte de Argelia, de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), autoproclamada por los independentistas del Frente Polisario.
En julio, Argel llamó a su embajador en Rabat para “consultas con efecto inmediato” tras “la deriva de la representación diplomática marroquí en Nueva York que distribuyó una nota oficial (...) en la que Marruecos ‘apoyaba pública y explícitamente un supuesto derecho a la autodeterminación del pueblo cabil’”, explicó el ministerio argelino de Relaciones Exteriores.
“La provocación marroquí alcanzó su paroxismo cuando un delegado de Marruecos en Naciones Unidas exhortó a la independencia del pueblo de la región de Cabilia”, abundó el martes Lamamra, una iniciativa que tildó de “peligrosa e irresponsable”.
Se trata de una línea roja para Argel, que se opone por completo a cualquier aspiración independentista de Cabilia, una región bereber del nordeste de Argelia.
La diplomacia marroquí manifestó entonces su apoyo al separatismo de Cabilia, en reacción al respaldo argelino a los independentistas saharauis del Polisario, que Marruecos combate.
El pasado miércoles, Argel ya acusó a Marruecos de “actos hostiles” y decidió “revisar” las relaciones e “intensificar” los controles de seguridad en las fronteras del oeste. La frontera entre ambos países está oficialmente cerrada desde el 16 de agosto de 1994.
Estos anuncios tuvieron lugar tras una reunión extraordinaria del Alto Consejo de Seguridad argelino centrada en los devastadores incendios que causaron al menos 90 muertos en el norte del país, de los cuales acusan a Marruecos de estar implicado.
Con información de AFP.