La capitana de la selección afgana de baloncesto en silla de ruedas, Nilofar Bayat, recién acogida en España, aseguró este lunes 23 de agosto que ella es “la prueba” de la situación en su país: “No hay futuro, ni esperanza ni nada por lo que volver”.
En una rueda de prensa en la sede de la Comisión de Ayuda al Refugiado (CEAR) en el País Vasco, donde ha sido acogida, Bayat dio las gracias a todas las personas que les ayudaron a salir de su país a ella y su marido, Ramish, y pidió a la ONU y a las demás instituciones internacionales que ayuden a los refugiados afganos.
Bayat narró los días pasados: “De repente los talibanes llegaron al gobierno y no podíamos creer la situación en la que nos encontrábamos. El día que llegaron a mi casa destruyeron todo y tenía mucho miedo por mí y por mi familia. Al ver la situación, quería venir a España. Recibí una llamada de la embajada y cuando salí de casa pude ver cómo miles de personas estaban intentando salir”.
Al llegar al aeropuerto, los talibanes “agredieron a muchas personas, nos golpearon a mí y mi marido. Fue un día muy difícil”.
Tras pedir ayuda a dos soldados alemanes, consiguieron acceder al recinto, donde pasaron dos días sin dormir y sin comida hasta que pudieron embarcar en un vuelo a Alemania y luego llegar a España.
Ahora, Nilofar está apenada y contenta a la vez. Y triste porque en los últimos días ha visto los “peligros” de los talibanes.
“Nunca cambian y son más peligrosos que hace veinte años. Estoy muy triste porque el resto de países avanza y el nuestro retrocede, especialmente por las mujeres, que están en peligro, no pueden trabajar ni tienen derechos”, señaló.
Además, está muy preocupada por su familia y el resto de personas que quedaron allí: “Ayer hablé con mi hermana para ver si podía salir, y me dijo que los talibanes habían matado a ocho personas en el aeropuerto”.
La deportista está “muy contenta” de poder empezar una nueva vida: “Estoy viva y puedo empezar de nuevo con mi esposo”. Agradeció la ayuda de todos los que han facilitado que pueda llegar a España y expresó su esperanza de que ayuden al resto de personas.
Bayat, licenciada en Derecho, trabajaba en Afganistán con la Cruz Roja, y ahora quiere volver a jugar al baloncesto, aunque no sea fácil. “Cuando estoy en la cancha, me olvido de lo que está pasando”, contó.
Por eso, “cuanto antes” aceptará la oferta que le hizo un equipo vasco para empezar a entrenar, al igual que su esposo, también jugador en silla de ruedas.