La excandidata presidencial colombiana Íngrid Betancourt reiteró su compromiso con la paz y afirmó que “la guerra es un fracaso”, en su primer encuentro público con exguerrilleros y altos mandos de la antigua guerrilla de las FARC, quienes la mantuvieron secuestrada durante más de seis años.
“Todos aquellos que estuvimos en el ojo del huracán de la guerra nos levantamos al unísono ante Colombia para decirle al país que la guerra es un fracaso, que solo ha servido para que nada cambie, y para seguir postergando el futuro de nuestra juventud”, aseguró la política colombiana.
Betancourt tuvo hoy un encuentro con el último líder de las FARC, Rodrigo Londoño, alias ‘Timochenko’, y otros miembros del secretariado (mando colectivo) de la antigua guerrilla, acto organizado por la Comisión de la Verdad para que los excombatientes reconocieran de forma pública y ante las víctimas los crímenes de secuestro cometidos durante el conflicto armado.
“Lo que quiero transmitirle al país en esta situación tan difícil que atravesamos es que la violencia nunca ha sido ni será la solución”, dijo Betancourt, quien admitió que víctimas y victimarios coinciden en que “el fin no justifica los medios”, en una apuesta por la paz.
A comienzos de año, la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) consideró culpable al último secretariado de las FARC, del que ‘Timochenko’ fue jefe, del delito de secuestro y otros crímenes relacionados, como torturas, abusos sexuales y maltratos, perpetrados a miles de personas.
Según la JEP, por el delito del secuestro se investigan “más de 9.000 hechos” y 2.107 víctimas han sido acreditadas, pero en la primera etapa de la investigación la Sala de Reconocimiento “ha encontrado que las víctimas pueden llegar a ser más de 20.000”.
El secretariado ha admitido en diferentes ocasiones su responsabilidad en estos crímenes y volvió a hacerlo ante varias víctimas que, como Betancourt, han contado sus historias y mostrado su compromiso por el futuro en paz del país, más allá de sus decisiones personales de perdonar a quienes les causaron tanto daño.
“Nos presentamos aquí, con la frente inclinada y el corazón en la mano, con la decisión sincera de pedir perdón por todas las conductas que reconocemos y aquellas ligadas a ellas que, por alguna razón involuntaria, se nos hayan podido escapar”, dijo Londoño, quien intervino justo antes que la excandidata presidencial.
Betancourt fue secuestrada por las FARC el 23 de febrero de 2002, cuando estaba en campaña presidencial en el sur del país, y liberada sin derramar una sola gota de sangre en la “operación Jaque”, acción militar que tuvo lugar el 2 de julio de 2008.
Más allá de pedir perdón, Londoño, ahora presidente del partido político Comunes, reconoció expresamente la responsabilidad por los crímenes y “las acciones violentas ejecutadas con el fin de privar de la libertad a las personas secuestradas, que afectaron sin duda a terceros cercanos a ellas, así como aquellas que se cumplieron durante su cautiverio con el objetivo de intimidar o impedir su fuga”.
“Muchas de las personas secuestradas fueron sometidas a tratos indignos de su condición humana y padecieron agresiones físicas y morales que aumentaron innecesariamente su sufrimiento”, añadió Londoño.