Los restos de al menos 215 menores indígenas fueron encontrados en una antigua residencia escolar en el oeste de Canadá, informó este viernes un grupo de nativos, que dijo que los cuerpos corresponden a niños desaparecidos cuyas muertes no fueron documentadas.
Rosanne Casimir, jefa de los tk’emlúps te secwépemc, un grupo indígena de la provincia de la Columbia Británica, en el oeste de Canadá, señaló en un comunicado que los restos fueron localizados durante el pasado fin de semana en los terrenos de la residencia escolar de Kamloops.
“En nuestra comunidad teníamos sospechas que hemos sido capaces de verificar. Por lo que sabemos, estos niños desaparecidos son muertes no documentadas”, afirmó Casimir, quien agregó que algunos solo tenían tres años de edad.
El grupo indígena descubrió los cuerpos utilizando un radar de penetración en el terreno para no alterar los restos y señaló que continuará la búsqueda en el recinto de la residencia escolar de Kamloops.
“Con el acceso a esta tecnología, esperamos que el verdadero cálculo de los estudiantes desaparecidos proporcione algo de paz y conclusión a aquellas vidas perdidas y sus comunidades”, añadió el grupo indígena.
El sistema de residencias escolares fue establecido por el Gobierno de Canadá a principios del siglo XIX para asimilar a la población indígena del país y estuvo operativo hasta el cierre del último centro de este tipo en 1996.
Las residencias escolares eran operadas en muchos casos por grupos religiosos. Los niños indígenas eran sacados a la fuerza de sus comunidades y enviados a estos internados, a veces situados a centenares de kilómetros de su lugar de origen.
Decenas de miles de niños indígenas fueron internados en las residencias escolares durante años para que olvidaran sus costumbres y lenguas aborígenes.
En muchos casos, los niños sufrieron abusos físicos, sexuales y psicológicos sistemáticos, incluidas torturas. En algunos casos, las autoridades canadienses realizaron experimentos “científicos” con ellos.
En 2017, el Gobierno canadiense se disculpó oficialmente por el internamiento forzado de los niños indígenas y el año pasado designó dos de las residencias escolares donde se cometieron abusos como Sitio Histórico Nacional en reconocimiento de los errores del pasado.