Agencias
El presidente Joe Biden anunció el miércoles que es momento de “terminar la guerra más larga de Estados Unidos” y proceder a la retirada incondicional de tropas de Afganistán, donde pasaron dos décadas en una sangrienta batalla contra los talibanes, que bajo muchos prismas fue infructuosa.
Apodada como la “guerra eterna”, la ofensiva del ejército estadounidense en el país comenzó como respuesta a los atentados del 11 de setiembre del 2001.
Ahora, 20 años después −y con casi 2.400 soldados estadounidenses fallecidos y decenas de miles afganos muertos−, Biden marcó el 11 de setiembre como plazo para que los últimos militares estadounidenses dejen el país.
Los países de la OTAN por su parte anunciaron que iniciarán su retirada el 1° de mayo e indicaron que esta operación debería completarse en “unos pocos meses”.
“A la luz de la decisión estadounidense de retirarse, los ministros de Exteriores y Defensa de la OTAN debatieron el modo de avanzar y decidieron que empezaremos la retirada de las fuerzas de la misión de la OTAN Apoyo Decidido el 1° de mayo”, declaró Stoltenberg en una rueda de prensa junto con los secretarios estadounidenses de Estado, Antony Blinken, y de Defensa, Lloyd Austin.
El anuncio se realizó tras una reunión virtual de ministros de Exteriores y Defensa de la Alianza.
Waheed Omer, asesor principal del presidente afgano, Ashraf Ghani, afirmó en Twitter que el Gobierno “respetará cualquier decisión del Gobierno de Estados Unidos en relación con sus tropas”.