A 10 años del estallido de la guerra civil en Siria, ocurrido en marzo de 2011, el matrimonio infantil forzado se ha incrementado en dicho país del Medio Oriente, ya que esta problemática afecta a una de cada cuatro menores sirias.
Además de la violencia del conflicto, las niñas y mujeres también viven las agresiones machistas dentro de los hogares, los abusos y el acoso sexual. “El conflicto en Siria sigue marcando la vida de millones de niños, y especialmente niñas y adolescentes, cuya infancia ha sido arrebatada y cuyos derechos continúan vulnerándose de forma constante”, señala en un comunicado la directora general de Plan International, Concha López.
En los 10 años de conflicto, la cifra de niñas obligadas a casarse antes de cumplir 18 años se ha multiplicado: pasó de ser el 13% en 2011 a alcanzar el 26% —una de cada cuatro— en 2021 en algunos países, según detalla la Agencia EFE.
El matrimonio infantil sigue siendo una práctica extendida en la región de Medio Oriente. Pese a que la edad legal para casarse son los 18 años en países como Egipto, Jordania, Sudán y Siria, esto queda anulado por leyes complementarias que lo permiten si “se considera la mejor opción”. En tanto, en Líbano no existe edad mínima para contraer matrimonio.
Además, Siria es uno de los peores países del mundo para ser niña o mujer: ocupa el puesto 150 de los 153 países que figuran en el marcador del Informe Global de Brecha de Género 2020.
La situación de la COVID-19 también ha impacto considerablemente en la vida de estas niñas y mujeres. En Jordania y Líbano se ha producido un aumento de los hogares encabezados por mujeres que viven en situación de pobreza. Alrededor del 39% de los hogares sirios están en manos de mujeres y sus ingresos pueden llegar a ser un tercio más bajos que los encabezados por hombres.