El Departamento de Justicia de Estados Unidos anunció este miércoles 17 de febrero que imputó a tres funcionarios de la inteligencia militar norcoreana, acusados de una campaña de ciberataques para robar 1.300 millones de dólares en criptomonedas y monedas tradicionales a bancos y otras víctimas.
“Los agentes de Corea del Norte, utilizando teclados en lugar de armas, robando carteras digitales de criptomonedas en lugar de sacos de dinero en efectivo, son los principales ladrones de bancos del mundo”, dijo el fiscal general adjunto John Demers en un comunicado.
Los tres crearon aplicaciones maliciosas de criptomonedas, hackearon empresas que comercializan y negocian monedas digitales como el bitcóin y desarrollaron una plataforma de blockchain (cadena de bloques) para evadir las sanciones y recaudar fondos en secreto, dijo el departamento.
El caso expuesto en un tribunal federal de Los Ángeles se basa en los cargos presentados en 2018 contra uno de los tres, Park Jin Hyok, acusado en ese entonces del hackeo de Sony Pictures cuatro años antes, de la creación del ransomware (programa que deshabilita sistemas informáticos para exigir el pago de un rescate) WannaCry y del robo en 2016 de 81 millones de dólares del banco central de Bangladés.
Los nuevos cargos añaden dos acusados más, Jon Chang Hyok y Kim Il, y las acusaciones dicen que los tres trabajaron juntos en el grupo de piratería informática de la inteligencia militar norcoreana, la Oficina General de Reconocimiento.
Entre los expertos y autoridades en ciberseguridad, ese organismo también es conocido como el Grupo Lazarus y APT 38.
Además de los cargos anteriores, los tres participaron en operaciones desde Corea del Norte, Rusia y China para intentar robar 1.300 millones de dólares pirateando ordenadores y promocionando aplicaciones de criptodivisas cargadas con un software malicioso que les permitían acceder a las criptocarteras de las víctimas y vaciarlas, según la denuncia presentada.
También habrían hackeado y robado bolsas de divisas digitales en Eslovenia e Indonesia y extorsionado a una bolsa de Nueva York por 11,8 millones de dólares.