Este viernes 25 de diciembre, el Centro de Epidemiología y Microbiología Nikolái Gamaleya, que elabora la vacuna rusa Sputnik V contra la COVID-19, reiteró que no se identificaron reacciones adversas en personas mayores de 60 años.
En diálogo con la agencia de noticias Sputnik, Alexander Gintsburg, director de la institución, expresó: “Próximamente se darán a conocer los resultados de los estudios en ancianos, no hay efectos colaterales algunos”.
La controversia en este punto se había producido después de que trascendiera que el fármaco no está recomendado para los mayores de 60 años, grupo de mayor riesgo. Más allá de lo adelantado por el Centro Gamaleya, todavía no hay documentos que indiquen que la vacuna es para mayores de 60 o no.
Previamente, el mandatario de Rusia, Vladimir Putin, de 68 años había comentado que aún no se la aplicó porque “no está recomendada” para su rango etario.
Por su parte, el directivo de Gamaleya aseguró que la entidad no recibió por ahora muestras de la nueva variación del SARS-CoV-2 detectada en el Reino Unido, aunque señaló que la inmunización protege contra esa mutación, ya que daña solo a un pequeño punto en la superficie de la proteína del virus.
La Sputnik V, comentó Gintsburg, mostró una efectividad del 91,4% en el tercer y último control efectuado en la tercera fase de los ensayos clínicos, reportes que “permiten afirmar con seguridad que es altamente eficaz y totalmente segura para la salud”.
El medicamento arribó el jueves a Argentina —300.000 dosis de la vacuna Sputnik V— en el vuelo AR1061 de Aerolíneas Argentinas, procedente de Moscú, para dar inicio a la mayor campaña de inoculación en la nación sudamericana.
El miércoles pasado, el Gobierno argentino aprobó en un trámite de emergencia la vacuna rusa para que se use en todo su territorio. Lo realizó a través de una resolución del ministerio de Salud, a cargo de Ginés González García, y luego de una recomendación de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT).
Además del fármaco ruso, la administración de Alberto Fernández ya compró 22,4 millones de dosis al laboratorio AstraZeneca y otros 9 millones de dosis bajo la iniciativa Covax, un mecanismo promovido por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Paralelamente, se mantienen negociaciones para adquirir CoronaVac, la vacuna del laboratorio chino Sinovac.
“Nuestra perspectiva es lograr superar el margen de vacunación que se estima para la inmunización de la población, que es del 50 por ciento. Apuntamos a tener vacunados a más del 60 por ciento de personas que las que habitualmente se hace todos los años”, sostuvo el ministro de Salud argentino.