La NASA anunció ayer que el Observatorio Estratosférico de Astronomía Infrarroja (SOFIA) detectó agua congelada en la superficie de la Luna que es visible desde la Tierra. Se trata de un hallazgo “inequívoco” que marcará un punto de quiebre en la exploración del satélite natural.
“Este descubrimiento indica que el agua puede estar distribuida por la superficie lunar, y no se limita a lugares fríos y sombreados”, indicó la agencia espacial en un comunicado.
Y es que hasta la fecha el agua congelada en la Luna solo se había detectado en profundos cráteres alrededor de los polos (el que nunca vemos). La presencia de hielo en estas zonas es factible por las bajas temperaturas. En cambio, en una zona iluminada, se espera que los rayos solares penetren la delgada atmósfera lunar y evaporen cualquier rastro de este compuesto.
Aun así, el telescopio SOFIA detectó agua congelada en el cráter Clavius, una abertura de más de 200 kilómetros de diámetro en el hemisferio sur lunar que se aprecia desde la Tierra.
“Sin una atmósfera espesa, el agua en la superficie lunar iluminada por el Sol debería perderse en el espacio. Sin embargo, de alguna manera lo estamos viendo. Algo está generando el agua y algo la debe estar atrapándola allí”, dijo Casey Honniball, científica del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA y autora principal del estudio publicado ayer en Nature.
Una de las hipótesis que manejan los investigadores sobre el posible origen del recurso es que los micrometeoritos, pequeños trozos de asteroides que transportan agua en pequeñas cantidades, la depositarían en la superficie lunar tras el impacto.
Otro escenario es que el viento solar puede entregar hidrógeno a la superficie lunar y, mediante una reacción química con minerales del suelo, generar hidroxilo (OH). Luego, la radiación del impacto de micrometeoritos podría transformar ese hidroxilo en agua (H2O).
Por su parte, José Aponte, astroquímico de la NASA, indica que “no se sabe si las fuentes de agua fueron implantadas en la Luna por parte del impacto de cometas y asteroides, o si esta agua o hidratos minerales fueron creados por procesos propios de la Luna”.
Independientemente de la causa del agua lunar, su almacenamiento y acumulación supone un misterio aún más intrigante. El estudio detalla que una posibilidad es que el compuesto se almacene en pequeños hoyos protegidos de la luz solar.
No obstante, los autores estiman que, con mayor probabilidad, el agua se encuentra atrapada en cristales producidos por el calor de los impactos de meteoritos, ya que es consistente con su posible origen.
Depósitos. En pequeñas sombras de la superficie lunar se podrían concentrar “trampas frías” de agua.
Estable. Aquí el agua helada se comporta como una roca y permanece durante miles de millones de años.