Debido al brote de la COVID-19 y su expansión por el mundo, los trabajadores se vieron obligados a mudar la oficina a su casa, dando lugar al teletrabajo. Aunque al inicio resultó difícil adaptarse, un nuevo estudio revela que el home office es más productivo y menos estresante.
La mayoría de trabajadores parece haber aceptado bastante bien esta situación; que en un primer momento requería de administrar el tiempo, lidiar con factores de distracción y dificultades técnicas.
De acuerdo a una investigación de la compañía alemana de seguros de salud DAK, mostró que un 21 % de los empleados se sentía regularmente estresado antes de la pandemia, solo el 15 % dijo sentirse estresado durante, o incluso a pesar de, la crisis provocada por el coronavirus. Mientras tanto, la proporción de empleados que nunca o solo ocasionalmente estaban estresados subió del 48 al 57 %.
Para obtener estos resultados, los institutos de investigación IGES y Forsa tuvieron que entrevistar a cerca de 7.000 empleados, antes y durante el confinamiento obligatorio. El 56 % del universo dijo que eran más productivos allí que en la oficina.
Muchas personas señalan que pueden adaptar el ambiente a su gusto. (Foto: DW)
Dos tercios de ellos también expresaron que podían combinar mejor el trabajo y la vida familiar trabajando desde casa. Un número similar está satisfecho con el tiempo ahorrado desde que se eliminaron los desplazamientos al centro de trabajo.
“Trabajar desde casa no solo reduce el riesgo de infecciones, sino que también da beneficios en términos de equilibrio mental”, dice el director ejecutivo de DAK, Andreas Storm.
En tanto, un 52 % echa de menos la clara separación entre trabajo y vida privada; mientras que un 75 % manifestó que les hace falta el contacto directo con sus colegas.
Las indagaciones también detallaron que la pandemia evidenció una ampliación de las oportunidades de trabajo digital. Las empresas pioneras están experimentando el mayor impulso por introducir la nueva tecnología digital de forma rápida.
Del mismo modo quienes estaban rezagados digitalmente reaccionaron durante la crisis entre ellos los bancos, compañías de seguro y los proveedores de tecnologías de la información.