La lucha contra la pandemia implica el compromiso de todos, pero el caso de una doctora de los Ángeles (EE. UU.) que estando embarazada de siete meses sigue atendiendo a pacientes con COVID-19 en un hospital de bajos recursos, es una labor admirable.
La doctora Zafia Anklesaria, de 35 años, es la codirectora de UCD en el Centro Médico del Hospital Dignity Health California que atiende, en su mayoría, a personas hispanas y afroamericanas de escasos recursos.
Ella se dedica a atender pacientes en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del hospital, pero desde que comenzó la propagación del coronavirus, el lugar ha mantenido las 22 camas ocupadas. Algunos miembros de su equipo trabajan turnos de 24 horas.
“Se comporta muy bien cuando estoy haciendo los procedimientos”, dijo Anklesaria sobre su bebé por nacer, quien hasta el momento no le ha dado ningún problema. Asegura que sería, en verdad, delicado estar haciendo una intubación de pacientes críticos y de repente sentir una patada agresiva.
La doctora se coloca su traje de protección antes de intubar a un paciente con coronavirus.
La jornada laboral de la futura mamá es de 12 horas y empieza desde las 7:00 a. m. Sin embargo, dedica cuatro días a la atención de pacientes con coronavirus y los otros dos realiza consultas a pacientes con enfermedades pulmonares.
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La especialista sigue una rigurosa preparación en la que se protege de pie a cabeza antes de entrar a la sala de UCI que lidera. Lo que le preocupa a Anklesaria no es trabajar con pacientes COVID-19, sino que su bebé reciba las tensiones o frustraciones que tiene que afrontar.
"No estaba tan preocupada como mucha gente pensaba que estaría. Y, de hecho, ninguno de nuestros intensivistas estaba tan preocupado. De alguna manera lo tomamos como nuestro trabajo, es para lo que hemos sido entrenados”, aseguró la especialista.
“Estamos más que felices de hacerlo y todos somos lo suficientemente afortunados de trabajar en un sistema que nos brinda la protección adecuada para hacer nuestro trabajo. Si no lo hacemos nosotros, ¿quién lo hará?, añade la doctora al referirse a su misión diaria.
Cuando se quita el traje de protección se dirige a su consultorio para comer sus alimentos.
En cuanto al peligro que corre su bebé y ella al contagiarse de coronavirus, la doctora investigó que su trabajo no tiene ningún efecto en su embarazo, y aseveró que continuará atendiendo a sus pacientes mientras tenga la protección adecuada.
“La clase socioeconómica a la que servimos, las personas tienden a vivir en espacios cerrados, realmente no tienen el privilegio de un buen distanciamiento social y como resultado tienden a infectarse más”, detalló Anklesaria.
Para finalizar, contó a la agencia Reuters que por ningún motivo pondrá a su bebé los nombres "Corona, Coronavita o Covid”.
La doctora Zafia Anklesaria con su esposo.