El Domingo de Resurrección, el papa Francisco, desde la Basílica de San Pedro en el Vaticano, tuvo en consideración pedir por uno de los grupos más vulnerables durante la pandemia del coronavirus. El sumo pontífice se dirigió a los trabajadores informales y pidió por un salario universal que reconozca su labor.
“Ustedes, trabajadores informales, independientes o de la economía popular, no tienen un salario estable para resistir este momento, y las cuarentenas se les hacen insoportables. Tal vez sea tiempo de pensar en un salario universal que reconozca y dignifique las nobles e insustituibles tareas que realizan”, fue parte del mensaje que emitió esta mañana.
También señaló que aquellos empleados que se encuentran excluidos en tiempos en que la pandemia sigue cobrando más vidas, “no gozan de esos placeres superficiales que anestesian tantas conciencias”. “Si la lucha contra la COVID-19 es una guerra, ellos son un verdadero ejército invisible en las más peligrosas trincheras”, dijo.
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Por otro lado, se refirió a las mujeres, niños, migrantes y las personas que se encuentran privadas de su libertad. “Pienso sobre todo en las mujeres, que multiplican el pan en los comedores comunitarios, cocinando con dos cebollas y un paquete de arroz”.
“Qué difícil es quedarse en casa para aquel que vive en una pequeña vivienda precaria o que directamente carece de un techo. Qué difícil es para los migrantes, las personas privadas de libertad o para aquellos que realizan un proceso de sanación por adicciones. Los felicito y agradezco de corazón”, continuó en su mensaje de Pascua del Domingo de Resurrección.