Desde que el Gobierno de Argentina dispuso la cuarentena obligatoria para evitar la transmisión del COVID-19, cada provincia o municipio aplicó distintas estrategias para garantizar su cumplimiento, informó TN.
La circunstancia más insólita se registró en la localidad de Jujuy, en la ciudad de Palpalá, donde decidieron “enjaular” a las habitantes que no acaten el aislamiento.
En conversión con el medio local, el ministro de Seguridad de Jujuy, Guillermo Corro, indicó que la decisión de improvisar un espacio de aprisionamiento fue aprobada por el jefe regional de Palpalá.
La medida se realizó sin el permiso de la Policía ni del Ministerio, aunque Corro aclaró que las personas que quedaron encerradas solo estuvieron “unas horas”.
De acuerdo a la declaración del ministro, la falta de espacios en las comisarías para albergar a la cantidad de ciudadanos que no respetan la cuarentena obligó la fabricación de los “corralitos”, cuyas fotografías se hicieron viral y fueron criticadas en las redes sociales.
“Desde el viernes hasta ahora hubo 700 detenciones”, sostuvo, destacando el importante número de vecinos que no cumplieron el decreto nacional propuesto con el fin de contrarrestar la propagación de la pandemia.
De igual forma, la mayoría de los infractores fueron puestos en libertad a medida que eran identificados por las autoridades locales, manifestó Guillermo.
“Esto ya ha sido corregido”, confirmó el funcionario, aludiendo que el sitio a donde llevaban a los arrestados es otro lugar. Luego, agregó: “Entiendo igual que va haber sanciones”.
Por otra parte, el gobernador de la provincia, Gerardo Morales, ya había avisado a los pobladores que incumplir la orden del Estado traería multas, y habló de cantidades que oscilan entre los 40 mil a los 340 mil pesos.