En Estados Unidos, el Departamento de Salud Pública de Los Angeles informó sobre la muerte de un muchacho de 17 años por coronavirus, pero horas después se retractó.
La entidad señaló que el caso será evaluado por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, ya que el fallecido podría convertirse en una de las víctimas más jóvenes del COVID-19.
Incluso, el ente manifestó que “el caso es complejo y la muerte podría tener otra explicación”. Ante este hecho, el gobernador de California, Gavin Newsom, afirmó que la mitad de los pacientes infectados con este virus son jóvenes, por lo que les pidió que se queden en su casa para evitar la propagación de esta enfermedad.
“Esta muerte subraya lo enorme que es el desafío frente a nosotros. Esta crisis que hay en la salud puede afectar a cualquiera de nosotros y es un recordatorio para que todos lo tomemos en serio”, indicó.
Newsom también indicó que el gobierno estatal no ha recibido directamente ningún ventilador de la reserva nacional, pero decidió no criticar al presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
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Asimismo, el alcalde de Lancaster, R. Rex Parris, afirmó que el adolescente no tenía trastornos de salud preexistentes, pero su estado de salud se complicó cuando empezó a tener problemas respiratorio agudos.
El alcalde también indicó que la víctima fue trasladada a otro hospital y allí falleció. Además, aseguró que el padre del joven se encuentra enfermo. “Ahora me doy cuenta que los chicos están en peligro. Esto es algo totalmente diferente”, puntualizó.