El pasado domingo 22 de marzo, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció a través de su cuenta de Twitter que las fábricas automotrices General Motors, Ford y Tesla tenían ‘luz verde’ para comenzar la fabricación de respiradores con el objetivo de enfrentar la crisis sanitaria desatada a raíz de la expansión del COVID-19.
Como respuesta, usuarios en redes sociales han manifestado su sorpresa ante el hecho ya que, Elon Musk, magnate y dueño de Tesla, se reía de la pandemia del coronavirus hace menos de un mes.
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''Ford, General Motors y Tesla tienen luz verde para hacer respiradores y otros productos de metal. ¡A toda velocidad!'', comunicó Trump vía Twitter.
Hasta el momento, Estados Unidos cuenta con 46 450 casos confirmados de contagios por COVID-19. Por ello, el apoyo de las empresas privadas resulta crucial para enfrentar la pandemia, cuyo epicentro es el estado de Nueva York.
Las tres compañías se mostraron a favor de la medida propuesta por Trump. Sin embargo, la controversia surgió en el caso de Tesla, ya que su propietario, Elon Musk, había restado importancia a la expansión del virus a inicios de marzo. ''El pánico por el coronavirus es tonto'', dijo a través de Twitter.
Después del anuncio de Trump y tras los cuestionamientos de sus seguidores en redes sociales, el magnate respondió escuetamente: ''Esperamos tener más de 1.200 (respiradores) para distribuir esta semana. Hacer que se entreguen, instalen y empiecen a funcionar es la parte más difícil''.
De acuerdo al gobernador de Nueva York, donde se concentra la mayoría de pacientes con COVID-19, solo en ese estado se necesitan 30 mil respiradores.
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En las últimas semanas, Elon Musk fue duramente criticado por no cerrar sus diferentes fábricas exponiendo a sus trabajadores al contagio del coronavirus.
Finalmente, el último jueves, comunicó el cierre de sus plantas de Freemont, California y Nueva York, mientras que las demás continúan abiertas.