A pocas horas de que el Festival de Viña del Mar 2020 clausure esta noche su 61 edición, el presidente de Chile, Sebastián Piñera, alertó sobre las protestas que se han convocado y aseguró que “algunos quieren incendiar la Quinta Vergara”.
En un video colgado en su cuenta de Facebook y en el que aparece conversando con una familia que ha sido beneficiada por un subsidio estatal, el mandatario de Chile dijo que “ningún problema se resuelve quemando el país” y que “toda la violencia, todo el odio que se ha manifestado, no ayuda en nada”.
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La ciudad balneario de Viña del Mar, a 135 kilómetros al oeste de Santiago, acoge desde el pasado domingo el famoso festival de música, contra el que se han convocado multitud de protestas para pedir su cancelación por la grave crisis que vive el país bajo el lema “Calles con sangre, Viña sin festival”.
El día más violento fue el domingo cuando se registraron cruentos enfrentamientos entre agentes y manifestantes y grupos de encapuchados incendiaron varios autos, saquearon comercios y atacaron el emblemático Hotel O'Higgings, que se ha visto obligado a cerrar temporalmente sus puertas y donde se encontraban artistas, periodistas y trabajadores del festival.
Los incidentes del domingo, que terminaron con una veintena de detenidos, obligaron a las fuerzas de seguridad a redoblar su dispositivo en la ciudad balneario.
Las protestas han bajado de intensidad, aunque se espera que se retomen con fuerza este viernes, cuando se clausura el festival, que ha tenido como principales estrellas al puertorriqueño Ricky Martin y a la banda estadounidense Maroon 5 y durante el que los artistas locales han cargado duramente contra el Gobierno.
"Es muy duro ser presidente. A uno le sacan la mugre en el festival, en todas partes. Pero a mí me pasa que yo de repente veo a mi mujer, mis hijas, mis nietas llorando a mares, desesperadas, angustiadas”, el mandatario, cuyos niveles de aprobación son los más bajos de la historia democrática de Chile y apenas superan el 10 %.
Sebastián Piñera, que volvió esta semana de su descanso estival, se refirió además a la reactivación de las protestas a partir de marzo, cuando finaliza el verano, se retoman las clases y millones de chilenos de reincorporan a sus puestos de trabajo.
“¿Van a volver a quemar las estaciones (de Metro)? ¿Volverán a hacer barricadas? (...) La inmensa mayoría de chilenos quiere paz, no quiere violencia, no quiere odio. Lo que pasa es que es una mayoría silenciosa. Y la minoría le impregna miedo a los demás”, agregó Piñera.
Chile vive desde el pasado octubre su crisis más grave desde el fin de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), con una treintena de muertos y miles de heridos, además de graves acusaciones contra las fuerzas de seguridad por violaciones a los derechos humanos.
Lo que en un principio empezó como un llamamiento de los estudiantes a protestar contra el aumento de la tarifa del metro, se convirtió en una revuelta por un modelo económico más justo, que ha dejado además episodios de violencia extrema con saqueos, incendios y destrucción de mobiliario público.