AFP y EFE
Senadores republicanos están muy ocupados en estos días para justificar lo que seguramente será la absolución del presidente Donald Trump en el tramo final del juicio político dentro de tres días, argumentando que pese a haber actuado mal, las acciones del mandatario no ameritan convertirlo en el primer presidente estadounidense en la historia en ser removido de su cargo.
Trump está acusado de haber ejercido obstrucción al Congreso y de pedirle a Ucrania que investigue a su rival demócrata Joe Biden y de retener la ayuda militar a Kiev para presionarlo.
"No debería haberlo hecho, estuvo mal, diría que inapropiado, desacertado, cruzó una línea. La única pregunta es decidir qué hacer", dijo el domingo el senador republicano Lamar Alexander a NBC.
Alexander reconoció que había "montañas de evidencia" contra Trump. Pero "la gente" tendrá que decidir, dijo. "Lo que hizo está lejos de ser un acto de traición, corrupción o un crimen o delito mayor", agregó el senador, citando los criterios establecidos por la Constitución.
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Su colega Joni Ernst fue más indulgente, pero señaló el domingo a CNN: “Yo probablemente no hubiera hecho lo mismo”. Los republicanos llegan alineados al final del tercer juicio político en la historia de Estados Unidos, después de Andrew Johnson en 1868 y Bill Clinton en 1999 (ninguno ha sido destituido, lo que requiere una mayoría de dos tercios del Senado). La mayoría republicana apoya al presidente y votará por no removerlo, aunque varios senadores, ante la evidencia abrumadora, no lo absuelven completamente a nivel moral.
Dado que el Senado de mayoría republicana se negó a convocar testigos importantes, los demócratas sostienen que la absolución no será una verdadera absolución, porque el juicio en esta instancia fue viciado.
El final del proceso de “impeachment” o juicio político contra Trump, tal y como está planeado, interferirá con dos de los eventos políticos más esperados del año en EEUU, los caucus de Iowa este lunes, que marcan el inicio del proceso para elegir a un demócrata que le dispute la Casa Blanca a Trump y el discurso del Estado de la Unión el martes.
El presidente Donald Trump tendrá que pronunciar su anual discurso sobre el Estado de la Unión con el juicio político todavía en curso, una eventualidad que la Casa Blanca siempre quiso evitar.