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No dormir lo suficiente aumenta las posibilidades de padecer Alzheimer, según estudios

El insomnio y el Alzheimer tendrían relación directa debido a que la calidad del sueño es importante para eliminar las células muertas del cerebro.

No dormir la cantidad de horas necesarias puede pasar factura al cerebro. Aparte del cansancio o la falta de concentración del día después, el rendimiento cognitivo puede resentirse a largo plazo y de forma más grave con el aumento del riesgo de desarrollar Alzheimer.

El mal de Alzheimer es la forma más común de demencia. Este afecta la memoria, el pensamiento y el comportamiento. Dos estudios científicos sugieren un vínculo entre el insomnio y el riesgo de desarrollar la enfermedad.

Las personas con insomnio presentan cambios en el rendimiento cognitivo y la estructura cerebral, especialmente en la sustancia blanca y algunas regiones que se afectan en etapas tempranas de la enfermedad de Alzheimer. Así lo describe un nuevo trabajo del Barcelona Beta Brain Research Center (BBRC), el centro de investigación de la Fundación Pasqual Maragall, que se publica en la revista Alzheimer’s Research and Therapy y que ha sido posible gracias al impulso de La Caixa.

La fundación especializada en la investigación del Alzheimer, ha encontrado modificaciones en la estructura cerebral que sugieren un vínculo entre el insomnio y el desarrollo de esta enfermedad neurodegenerativa.

Por un lado, los científicos analizaron el rendimiento cognitivo de las personas con insomnio y lo compararon con el de personas con un sueño normal. Los resultados muestran que el insomnio se relaciona con un peor resultado en pruebas cognitivas.

Por otro lado, el estudio demuestra, gracias a imágenes de resonancia magnética, que los participantes con insomnio presentan un menor volumen en algunas regiones cerebrales. Entre ellas se encuentran el precúneo o el córtex cingulado posterior, que se encuentran afectadas en etapas tempranas de la enfermedad. Los resultados apoyan las investigaciones que relacionan la presencia de insomnio con una elevada vulnerabilidad a la enfermedad de Alzheimer.

Efectos del insomnio en la sustancia blanca cerebral. Foto: La Caixa.

La investigación también ha encontrado cambios en la sustancia blanca del cerebro —donde están los axones, los cables que conectan unas neuronas con otras.

“La conclusión es que, aunque la magnitud del efecto es pequeño, este estudio aporta la evidencia de que existe un vínculo entre el insomnio y el riesgo de Alzheimer: las personas con insomnio reflejan unos cambios vinculados con esta enfermedad”, explica Oriol Grau, primer firmante del estudio.

Pero esta nos sería la primera vez que se une a la falta de sueño con la enfermedad de Alzheimer. Un estudio multicéntrico publicado en 2018 en la revista Alzheimer’s & Dementia ya apuntaba que el insomnio a mediana edad se asocia con un mayor riesgo de este tipo de dolencias neurodegenerativas.

El estudio titulado Sleep disturbances and dementia risk: A multicenter study se puede consultar en la web de The National Center for Biotechnology Information.

Ese mismo año, otro estudio de la Universidad de Washington en St. Louis (EE.UU.) vio que las personas mayores que tienen menos sueño profundo poseen niveles más altos de proteína cerebral tau. Tener tau elevado es un signo de la enfermedad de Alzheimer y se ha relacionado con daño cerebral y deterioro cognitivo.

La comunidad científica sabe que, mientras durante el sueño se activan mecanismos que ayudan a limpiar la basura del metabolismo cerebral, cuando estás despierto, aumenta la producción de beta-amiloide y tau. El objetivo de estos nuevos estudios es comprender a través de qué mecanismos la calidad del sueño se relaciona con la vulnerabilidad para el deterioro cognitivo asociado al Alzheimer y cuál es el papel de la inflamación cerebral en este proceso.