Un niño de tres años en la localidad de Temperley (Argentina) falleció luego de dispararse accidentalmente en la cabeza cuando jugaba y manipulaba la pistola de su tío. La bala le atravesó el cráneo y los médicos no pudieron salvarle la vida.
Al menor tuvieron que desconectarlo, debido a que sus órganos empezaron a fallar en el Hospital Gandulfo de Argentina tras estar agonizando. El niño estuvo junto a su tío, identificado como Claudio Piedrabuena, pero el hombre no se dio cuenta cuando el fallecido encontró el revólver calibre 22 y se pegó un tiro a la altura de la oreja izquierda. El caso fue catalogado como homicidio culposo y tenencia ilegal de arma de fuego de uso civil.
Piedrabuena publicó en sus redes sociales que se lamenta por la muerte de su sobrino por su pistola y lo despidió con un extenso mensaje.
“Se me fue esa personita especial, mi terremoto. Yo todavía no lo puedo creer, cómo Dios se llevó a un bebé de 3 años. ¿Por qué no me llevó a mí en vez de a un angelito que jamás cometió un pecado?”, publicó en su cuenta de Facebook.
“Era tan inocente. Estoy re mal, yo ya no sé seguir sin vos. Me vas a hacer mucha falta. Te voy a esperar que me patees la puerta para que te abra. ¿Por qué no estuve en ese momento? Siempre te cuidé y no estuve al lado tuyo. Siento mucha culpa”, escribió Piedrabuena.