Una historia que refleja los buenos valores y la ayuda al prójimo sin esperar nada a cambio conmovió Estados Unidos. El protagonista es Jimmy Dorsey, un agente de viajes y bombero voluntario.
Todo transcurrió en la década de los 90, cuando Dorsey se encontraba en un día de rutina en su oficina y entró un completo extraño. Un extraño que años después se convertiría en el principal investigador de microbiomas del mundo.
Ante sus ojos se encontraba Mahmoud Ghannoum, un kuwuatí que necesitaba ayuda para quedarse en Estados Unidos por una semana. No tenía dinero y su familia pasaba penurias en una habitación de Reino Unido, por lo que necesitaba encontrar un trabajo para poder traerlos.
Dorsey no lo dudó y hasta puso en riesgo su trabajo. Sacó un billete extra, cambió las fechas de regreso y le dio 80 dólares de su bolsillo a Ghannoum para que pueda sustentar sus gastos de la semana.
“Entonces tienes algo de dinero para gastar”, le dijo, según el Whashington Post, medio que recogió los testimonios de la historia.
Jimmy Dorsey, el hombre que ayudó a un desconocido que años después se convirtió en un científico. Foto: Composición/Afif Ghannoum
Con el pasar de los días, Ghannoum tuvo entrevistas y consiguió un empleo, lo que le permitió llevar a su familia a Estados Unidos y seguir con sus labores científico, convirtiéndose en uno de los principales investigadores del país norteamericano años después.
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Todo no quedaría ahí. Ghannoum y su hijo escribieron una publicación en Facebook para encontrar al extraño que lo ayudó en un momento clave de su vida, por lo que Whashington Post se interesó en la historia y empezaron con la búsqueda.
Jimmy Dorsey, el hombre que ayudó a un desconocido que años después se convirtió en un científico. Foto: Composición/Afif Ghannoum
Ghannoum logró ubicar a la familia del dadivoso hombre americano, pero le informaron que Dorsey había fallecido hace aproximadamente seis meses víctima de cáncer. Sin embargo, se reunirá con ellos el próximo mes para conversar sobre el oficinista que encontró aquella vez, detrás de un mostrador, y le cambió la vida.