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Los surfistas tienen algo en común con los Neardentales: ¿por qué?

Investigación reveló que crecimientos óseos anormales en el canal auditivo se dieron con frecuencia en nuestros primos antiguos hace unos 40 mil años.

larepublica.pe
Foto: Difusión.

Una nueva investigación publicada el miércoles reveló que crecimientos óseos anormales en el canal auditivo, también llamado “oído de surfista” y que a menudo se ven en personas que practican deportes acuáticos en climas más fríos, se dieron con frecuencia en nuestros primos antiguos que murieron hace unos 40.000 años.

Pero a menos que los neandertales se relajaran tratando de atrapar las olas perfectas, los hallazgos pueden significar que participaron en la pesca con mucha más frecuencia de lo que sugiere el registro arqueológico, dijeron los científicos del estudio, publicado en la revista PLOS One.

“Esto refuerza una serie de argumentos y fuentes de datos para discutir sobre el nivel de adaptabilidad, flexibilidad y capacidad entre los neandertales, que algunas personas en el campo de investigación les han negado”, dijo a la AFP el autor principal del estudio, Erik Trinkaus, de la Universidad de Washington.

Esto se debe a que, para tener éxito en la pesca o la caza de mamíferos acuáticos, "debes poder tener un cierto nivel mínimo de tecnología, debes poder saber cuándo los peces van a subir o salir a la costa de los ríos, es un proceso bastante elaborado", sostuvo.

Trinkaus y sus colegas, Sebastien Villotte y Mathilde Samsel, de la Universidad de Burdeos, Francia, observaron canales auditivos bien conservados en los restos de 77 humanos antiguos, incluidos los neandertales y los primeros Homo Sapiens encontrados en Europa y el oeste de Asia.

Mientras que los humanos modernos primitivos tenían una proporción similar de los crecimientos óseos que los humanos de hoy, y que se conocen médicamente como "exostosis auditivas externas", éstos estaban presente en aproximadamente la mitad de los 23 restos de neandertales de hace 100.000 a 40.000 años estudiados.

Estos crecimientos óseos fueron observados por primera vez por parte del paleontólogo francés Marcellin Boule en una monografía clásica de 1911 sobre el esqueleto de un neandertal, pero nunca fueron estudiados sistemáticamente hasta ahora.

Trinkaus anticipó también cierta resistencia al trabajo dentro de la comunidad paleoantropológica, tal como sucedió en 2018 después del descubrimiento histórico de que el arte rupestre más antiguo conocido del mundo, en España, fue creado no por humanos biológicamente modernos sino por neandertales.