Una mujer asesinó a su pequeña bebé de cinco meses asfixiándola con una almohada. El hecho ocurrió en Sonora, comuna de México que limita con Estados Unidos.
Xitlali Esmeralda, de 20 años, reportó el 4 de agosto de 2019 a las autoridades que había encontrado a su hija sin vida. Pero todo fue mentira.
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Las investigaciones demostraron que la muerte de la niña había sido provocada. La madre trató de negar los hechos pero cayó en muchas contradicciones hasta que aceptó su crimen.
La joven contó que ahogó a su menor hija, llamada Xiomara Yatsel, porque no soportaba verla llorar. Los peritos determinaron que la bebé falleció asfixiada por sofocación y además presentaba el síndrome del niño maltratado.
Xitlali fue sentenciada a 35 años de prisión por el delito de homicidio. La policía tomó como pruebas dos almohadas y cobijas encontradas en el lugar de los hechos.
Una de las fiscales del estado señaló a medios locales que “la baja tolerancia ante la frustración y el pobre control de los impulsos puede llevar a las personas a cometer delitos de esta magnitud con pérdidas tan lamentables e irreparables como el caso de Xiomara Yatsel y la pérdida de la libertad de la madre”.