Londres. El cirujano de la reina Victoria, el médico 'gratuito' de Whitechapel, un artista alemán y otros sospechosos de los asesinatos en serie de meretrices quedaron descartados por la ciencia,Nuevas pruebas de ADN demuestran que barbero polaco fue 'Jack, el destripador',Según la revista 'The Journal of Forensic Sciences', los restos de ADN recogidos de la ropa de las meretrices en los asesinatos de 'Jack, el destripador' corresponden a Aaron Kosminski, un barbero polaco que llegó a Whitechapel, Londres, en 1882. Las investigaciones de un equipo de científicos forenses tuvieron lugar en la Universidad John Moores de Liverpool. En el siglo XIX, esta sospecha también fue registrada en un manuscrito de la Policía por el inspector Dobnald Swanson de Scotland Yard, quien donó los folios al Museo del Crimen de Londres y los adjuntaron en un libro de 1910. PUEDES VER: Hombre descuartizó, cocinó y luego se comió la carne de una mujer "Por primera vez describimos a un nivel sistemático y molecular la única evidencia física vinculada a los asesinatos de 'Jack, el Destripador' que ha sobrevivido hasta nuestros días", puede leerse en el informe recién publicado en la revista antes mencionada. "Haber logrado emparejar las dos piezas de evidencia (la ropa) sirve para reforzar la probabilidad estadística de la identificación (del asesino)", se logró apreciar. Los primeros esbozos de esta revelación se dieron en el libro 'Identificando a Jack, el destripador' de Russell Edwards, propietario de un chal usado en el siglo XIX por una de las víctimas de los asesinatos en serie, adelantó a Kosminski como el principal sospechoso. Tal prenda de Catherine Eddowes, segunda fémina a quien dieron muerte en 1888, fue conseguida en una subasta. Edwards se valió del apoyo de varios genealogistas —expertos en historial familiar, capaces de estudiar linajes completos— rastreó a los relativos del polaco y, bajo la asistencia del doctor Jari Louhelainen, demostró que los restos de sangre encontrados en Eddowes coincidieron en un 100 %. PUEDES VER: Mujer mató a recién nacida porque temía que su marido 'la amara más que a ella' Kosminski: una vida furtiva y enajenada Con problemas mentales, perseguido —por ser judío— en tierras polacas, sumido en los suburbios de Londres (Whitechapel), donde el alcohol era más consumido que el agua y la prostitución un estilo de vida común, Aaron Kosminski se movía en las sombras —desde 1882— y se ganaba la vida como barbero. En 1891 fue señalado por un judío como sospechoso de un crimen contra una mujer que ejercía la prostitución; sin embargo, el sujeto retiró la denuncia. Un documento de la Policía de esa época oscura precisó: "(Es) un probable esquizofrénico paranoico, con alucinaciones auditivas y propenso a la masturbación". Ese mismo año, el barbero fue internado en un centro de salud mental y murió a los 53 años. Informe de 'The Journal of Forensic Sciences': La identidad del asesino ha sido un misterio hasta la fecha. Describimos la investigación de, a nuestro entender, la única evidencia física restante relacionada con estos asesinatos, recuperada de una de las víctimas en la escena del crimen. Se han aplicado técnicas novedosas y mínimamente destructivas para la recuperación de la muestra de tintes de importancia forense en la evidencia y se han separado las células individuales vinculadas al sospechoso, seguido de un análisis fenotípico. Los perfiles de mtDNA de la víctima y el sospechoso coincidieron con las muestras de referencia correspondientes, fortaleciendo el vínculo de la evidencia con la escena del crimen. Se amplificó el ADN genómico de células individuales recuperadas de la evidencia, y la información fenotípica adquirida coincidía con la única declaración testigo considerada como confiable. A nuestro entender, este es el estudio más avanzado hasta la fecha con respecto a este caso.