La pollería Granja Azul, inventores del pollo a la brasa, anunciaron que tenían riesgo a cerrar debido a la multa impuesta por la Municipalidad de Ate, además del cierre temporal de su local de Santa Clara, a pesar de todas las premiaciones que ha recibido este restaurante. Sin embargo, en sus inicios, casi terminan en la quiebra. Conoce aquí cómo fue esta evolución que los llevó a convertirse en uno de los restaurantes más reconocidos en el país
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Su creación se le atribuye a Roger Schuler, un suizo que llegó al Perú tras la Segunda Guerra Mundial. Originalmente, construyó una granja de pollos, sin embargo, no obtuvo éxito. Pero al ver preparar la comida a su cocinera, con su ayuda y la de su socio Franz Ulrich, planificaron la producción y crearon la primera pollería en el Perú: Granja Azul.
“Un mal negocio se convierte en un gran negocio”, fue lo que dijo Jhonny Schuler, el hijo de Roger, respecto a los inicios de esta pollería. Y esto es debido a que las personas de los alrededores empezaron a comprar y poco a poco se fue propagando. Ahí fue el punto de inflexión de las pollerías, debido a que la preparación era lenta.
Ese momento fue en el que Roger se alía con Franz y diseñan el mecanismo que se conoce actualmente, lo cual le permitió aumentar la producción y convertirse en el imperio que conocemos actualmente. Jhonny Schuler afirmó en el programa ‘Aventura culinaria’, conducido por Gastón Acurio, que su padre “le prohibió vender (a Franz Ulrich) el invento por cinco años”.
Granja Azul tiene tres locales, uno clausurado. Estos son los siguientes: