Woody Allen dio detalles sobre su vida en cuarentena y se mostró despreocupado ante las graves acusaciones que pesan sobre su nombre, pues confesó ser “un hombre feliz” y sorprendió al asegurar que no le importa que tras su muerte lo recuerden como un “pedófilo”. Además, lanzó fuertes revelaciones sobre su expareja durante los 80′s, Mia Farrow.
Durante una entrevista con el medio español La Vanguardia, el también escritor se manifestó satisfecho con la vida que ha llevado a sus 84 años y atraviesa el confinamiento sin problemas pues la vida que llevaba antes “era muy parecida”. “He tenido mucha suerte. Podría morirme ahora mismo, hablando con usted, y no pasaría nada. Unos me recordarán como un pedófilo, aunque sea falso, y otros como un cineasta que les entretuvo, ¿qué más da? La suerte es lo más importante en la vida, y yo he tenido más buenas manos que malas. Las malas han sido catastróficas, eso sí”, le dijo Woody Allen al periodista Xavi Ayén.
El director de “Manhattan” está complacido con su matrimonio, pese a las críticas por haberse casado con su hija adoptiva. “He tenido una vida interesante y divertida, he conocido a mujeres maravillosas, he atravesado momentos trágicos... Pero, básicamente, soy un hombre feliz que lleva 22 años junto a mi esposa Soon-Yi.Tenemos dos hijas preciosas que ya van a la universidad, tengo buena salud y he pasado una vida entreteniendo a la gente”, acotó.
Woody Allen, Dylan Farrow, abuso sexual
Por otro lado, Woody Allen confesó que su expareja Mia Farrow “le había lavado el cerebro” a la hija adoptiva de ambos, Dylan, quien acusó al cineasta de “haber tocado sus partes íntimas”.
“Mia la filmó desnuda a los 7 años varios días para enseñarle la historia que debía contar. Tras el escándalo, he adoptado dos hijas sin el más mínimo problema por parte de las autoridades. La acusación no es que no se sostenga, es que ha sido rechazada”, puntualizó.