El inicio de la huelga indefinida de inspectores migratorios en todos los aeropuertos del país supondría una pérdida de más de S/10 millones diarios y un inminente riesgo sobre los vuelos por Fiestas Patrias de 28 y 29 de julio, estimó el Sindicato Nacional de Trabajadores CAS de la Superintendencia Nacional de Migraciones.
Los trabajadores de controles migratorios iniciaron este miércoles 24 de julio un paro indefinido en demanda por ser incluidos en el régimen laboral del DL N° 728, Ley de Productividad y Competitividad Laboral , además del cumplimiento de los convenios 2023 y 2024 suscritos con el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF).
Yasser Boluarte, secretario general de trabajadores CAS de Migraciones, explicó para La República que el pliego de reclamos también incluye la entrega de una tarjeta de alimentos por S/4, pasajes, indumentaria y mejores condiciones de los módulos donde trabajan.
"Antes de firmar el convenio, el área de Presupuesto ya había verificado la capacidad del MEF. El superintendente [Armando García] no ha hablado con nosotros y no hay iniciativa del Estado para conversar. Estamos tomando medidas de fuerza porque venimos por años con sueldos truncos y no tenemos beneficios", dijo Boluarte.
Migraciones cuenta con 1.200 trabajadores, de los cuales 700 están afiliados. Administran un total de 24 controles fronterizos, entre los que destacan Lima, Tumbes, Tacna, Cusco y Piura. Los trabajadores denuncian que no reciben más de S/20 en viáticos en frontera en algunos casos, mientras los altos funcionarios de la institución reciben S/300, por lo cual consideran que "no es que no haya dinero, sino que se gestiona mal el presupuesto".
"Hablamos de una pérdida de S/10 millones al día por turismo y vuelos perdidos por pasajeros del país, así como un cuello de botella en los terminales. En el Aeropuerto Jorge Chávez, por ejemplo, trabajan 270 inspectores. ¿Imagínese que quedarán no más de 10? No se abastecerán, nadie podrá entrar ni salir del Perú. Se perderían los vuelos, tanto de ingreso como de salida", remarcó el dirigente.
Según el Sindicado, los sueldos van entre los S/1.000 y S/5.000, pero el "grueso de inspectores migratorios" gana no más de S/2.600. Por ello, también negocian la entrega de bonos en 2024 para compensar en algo la caída de sus ingresos reales.
"No podrían entrar al Perú, nosotros somos quienes damos acceso tanto a extranjeros como al mismo peruano. Pero también las personas que están ya en el territorio tendrían problemas para salir. El policía no hace nuestra función, por más que trabajemos con la PNP, nosotros somos quienes ponemos a disposición de ellos a las personas con requisitorias o que no cumplen el perfil", remarcó.
Los controladores de Migraciones del Aeropuerto Jorge Chávez atienden, por turno de 12 horas, a un promedio de 5.000 personas, que pueden redonder los 10.000 por jornada y hasta 15.000 en fechas altas -como Fiestas Patrias por 28 y 29 de julio-, entre ingresos y salidas.
Sin embargo, el Sindicato también advierte que se perjudicaría a los pilotos que pasan por control migratorio, así como las aeromozas, sin importar su nacionalidad. En la práctica, los pilotos que vienen de afuera no podrán entrar, y los que están ya en el Perú no podrán volver a su país.
Además, el sistema de control de narcotráfico y contrabando queda totalmente debilitado, una situación que los trabajadores CAS del Migraciones no descartan pueda ser aprovechada como una ventana de impunidad en los aperopuertos.
"Sabemos que, en Tumbes, se evade el control migratorio porque, a veces, hasta los mismos policías se hacen los de la vista gorda y pasan por el costado de los traficantes. Y el inspector tampoco puede ser cambiado por un administrativo, pasa por un proceso de instrucción", atajó Yasser Boluarte.