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Economía

Ambigüedades arancelarias retrasan conversión y venta de autos a gas natural, según talleres

Masificación del gas natural en riesgo. La Asociación de Talleres de Conversión del Perú sostuvo que esta falta de claridad propicia distorsiones en el mercado y "una preferencia desmedida por el GLP". De cada 4 autos nuevos, solo 1 se vende con GNV.

larepublica.pe
Ahorro. Las conversiones a GNV se aceleraron en tres años. Foto: difusión

La Asociación de Talleres de Conversión a Gas Natural Vehicular (GNV) y Gas Licuado de Petróleo (GLP) del Perú solicitó la derogatoria de algunas partidas arancelarias del DS 181-2019 EF que, en su opinión, genera distorsiones en el mercado y "una preferencia desmedida por el GLP".

El titular de la organización, Edson Vílchez, sostuvo que la "ambigüedad" y la "falta de distinción clara" entre el GLP y el GNV dentro de la normativa constituye un incentivo perverso para la importación del primero de estos combustibles (30% de la demanda nacional) y resulta en "pérdidas significativas para el erario nacional".

Como resultado de esta falta de claridad en las partidas arancelarias, se ha visto una "tendencia preocupante de las empresas vendedoras de vehículos a instalar equipos de GLP en una proporción de 4 contra 1 respecto al GNV".

La Asociación advierte que, además, las reservas nacionales de GLP se agotarán en 7 a 8 años, según lo previsto por Minem, "lo que convertiría a Perú en un importador neto al 100% de este gas, mientras que el país tiene reservas comprobadas de GNV para los próximos 20 años".

El problema también degenera en un sistema por el cual las empresas importadoras y distribuidoras de vehículos cobran al comprador por la instalación de equipos de gas y luego solicitan al Estado la devolución del Impuesto selectivo al consumo (ISC), "resultando en un doble cobro".

Cabe precisar que el incremento del precio del GLP ha sido superior al 500% en los últimos años, en contraste con un modesto aumento de S/0,70 en el precio del GNV en 18 años.

"No solo incrementa los gastos del Estado , al necesitar importar 300.000 barriles adicionales de GLP cada año, sino que también obstaculiza el logro de la soberanía energética y pone en riesgo la estrategia de masificación del uso del gas natural", destacó.