Tras la contracción de 0,4% que se pronostica para la economía peruana en 2023, según un reciente informe del Banco Mundial, para el corriente aguardan un rebote del 2,5%.
¿Las razones? La multinacional señala que la mayor producción de cobre permitirá tener una actividad minera “más intensa”, y también se esperan mejores condiciones que favorecerán a la agricultura, pesca y manufactura.
No obstante, recalcan que estará sujeto a la gravedad de los desastres climáticos que azotan a la región, como El Niño.
“Por otro lado, la reducción de la inflación anticipa una relajación gradual de las condiciones financieras, lo que tendría un impacto positivo sobre la inversión y consumo privados”, comentaron para La República desde el Banco Mundial.
Dicha tasa, pese a estar a la mitad del potencial que solíamos tener hace una década, nos colocaría por encima del promedio de América Latina y el Caribe (2,2%), sitial que abandonamos en los últimos dos años.
Así, este 2024, el Perú quedaría mejor posicionado que vecinos como Brasil y Bolivia (1,5%), Chile y Colombia (1,8%) y Ecuador (0,7%). En tanto, nos superarían Argentina (2,7%), México (2,6%) y Paraguay (3,8%).
El Banco Mundial asegura que la incertidumbre política sigue afectando a los consumidores y empresarios, a tal punto que obstaculiza el desarrollo de la inversión en proyectos en el mercado peruano.
Vale añadir que la inversión privada atestó dos años consecutivos en negativo: -0,4% y -7,3% en 2022 y 2023, respectivamente; y para este año se estima que se ubique en 1,8%.
Aparte del prolongado pesimismo de las expectativas empresariales, el BCRP reportó que el consumo privado apenas varió 0,2% —su peor cifra desde 1999— a raíz del deterioro de los ingresos y, por consecuente, menor capacidad de gasto en los hogares.
El Banco Mundial en reportes anteriores ha advertido que uno de cada tres peruanos es pobre por falta de ingresos y que aproximadamente el 60% de los hogares carece de uno o más servicios básicos. Ojo que estas previsiones las dieron cuando se proyectaba un crecimiento tenue del PBI en 2023. La contracción de 0,4% no augura un escenario mejor.
Por ejemplo, Hugo Perea, economista jefe de BBVA Research, comentó a este diario que un rebote del 2% no será suficiente para mitigar el avance de la pobreza, la cual se habría elevado en 2023 al 29% de la población —apenas un punto porcentual por debajo del 2020— y para este, a 29,6%.
Los mercados de materias primas se podrían ver afectados por un empeoramiento del conflicto en Medio Oriente o una desaceleración de la actividad productiva de China, lo que deterioraría las perspectivas de algunos países de América Latina y el Caribe, agregaron desde el BM.
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Y, respecto a la inflación, señalan que los bancos centrales en esta parte del mundo han reaccionado agresivamente a las presiones, pero aún están la mayoría lejos de sus límites objetivo. Destacan el caso peruano junto con Brasil y Chile, y reiteran que “el trabajo de las entidades monetarias aún no ha terminado” y cada uno actúa a distinta velocidad.