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Economía

Petroperú recibirá flujo de lotes I, VI y Z-2B hasta 2025

Márgenes. Retorno por encargatura de la petrolera supondrá un ahorro de US$500 millones en dos años en la compra de crudo para el Estado peruano. Especialistas señalan que lotes ayudarán a aliviar cuentas de la estatal en función del tiempo en que se operen.

larepublica.pe
Gasto. Entre 1994 y el 2022, Petroperú compró a los operadores de los lotes I, VI y Z-69 hasta por US$11.600 millones en crudo para la refinería de Talara. Foto: difusión

Tras el retroceso en la reversión por negociación directa anunciada por el Ministerio de Energía y Minas (Minem), Petroperú recibirá la encargatura de los lotes I, VI y Z-2B hasta por dos años, según Perupetro. Estos tres lotes tienen una producción conjunta de más de 8.000 barriles de petróleo por día (bpd), que generarán anualmente un ahorro en la compra de crudo para la Refinería de Talara (NRT) de US$250 millones.

No será el único aliento que recibirá. Según explicó el presidente del directorio de Petroperú, Pedro Chira Fernández, en una reciente entrevista con La República, la operación de los tres campos supondría, además, un ebitda favorable para la empresa de US$80 millones cada año, con precios conservadores que rondan los US$85 por barril (hoy el marcador internacional supera los US$90).

Sucede que la producción de un barril de petróleo en Talara, según estimaciones de Perupetro y Petroperú, oscila entre los US$30 y US$40, incluidos costos operativos, regalías y fondo social. El resto es la ganancia que en los últimos 30 años tuvo la empresa privada.

Esta situación llevó a que el Estado peruano, a través de Petroperú, incurriera en un gasto de US$11.600 millones para comprar crudo de los tres lotes entre los años 1994 y 2022.

De haber estado los campos a cargo de la petrolera estatal, el gasto -ahora destinado a producción, y ya no a compra- se hubiera reducido a US$6.032, un ahorro de US$5.568 para el Estado peruano.

A ello, debería sumársele el ebitda anual positivo que, en adelante, generará la operación plena de la NRT: entre US$450 y US$700 millones. Una importante inyección total que aún se mantiene en vilo, pues no existe claridad sobre si Petroperú podrá mantenerse en estos lotes.

Contratos en el aire

Ello, debido a que el nuevo contrato elaborado por Perupetro deja abierta la posibilidad de una licitación internacional que zanje con estas ganancias, que en opinión de Alexei Huerta, especialista en hidrocarburos, hubieran alimentado favorablemente la caja de la petrolera.

Por ejemplo, el también catedrático de UNI advierte que la operación del Lote Z-2B no sería rentable por un periodo tan corto, pues es un “activo complejo en términos logísticos y de mantenimiento”. Diferente es el caso del VI, operación similar a la del Lote I (que ya maneja desde 2021) que podría poner en marcha en tres meses.

“Sí habría una ganancia, de hecho, que los va a favorecer, pero probablemente otras operaciones, como un desarrollo temprano en el Lote 64 de la selva, podrían tener un mejor impacto. Petroperú tiene que ver la manera de poner todos sus activos en producción. La idea es que en un año estén produciendo”, subraya Huerta.

Claves

Horizontes. Originalmente, Petroperú también debía operar el Lote X. Con este, su ebitda anual hubiera llegado a los US$200 millones.

Barril. Petroperú había previsto utilizar las ganancias para aumentar la producción. Con la encargatura, ahora es incierto.