En julio de 2015, Hisao Tanaka, director ejecutivo y presidente de Toshiba, renunció después de que una investigación independiente revelara que la compañía había inflado sus ganancias durante más de seis años.
Toshiba reconoció que hubo un encubrimiento sistemático que empezó en 2008, coincidiendo con la crisis económica mundial. Diversos sectores de la amplia empresa, que incluyen chips informáticos y computadores personales, atravesaban dificultades financieras.
Una comisión investigadora independiente, presidida por un exfiscal de Japón, reportó que la empresa Toshiba infló deliberadamente sus ganancias operacionales en 1.220 millones de dólares durante siete años de irregularidades contables.
La investigación reveló que el CEO de Toshiba, Hisao Tanaka (71), estuvo involucrado en la exageración de ganancias que se remonta al año 2008. En una multitudinaria rueda de prensa, Tanaka expresó sus “sinceras disculpas” e hizo una reverencia en signo de arrepentimiento.
”Este es el peor daño que ha sufrido nuestra marca en sus 140 años de historia”, reconoció Tanaka, aunque negó haber ordenado la manipulación de las cuentas.
Además de Tanaka, también formó parte del escándalo el vicepresidente del directorio, Norio Sasaki (66), quien fue presidente de la compañía japonesa entre junio de 2009 y junio del 2013 (el periodo en el que más se hincharon los beneficios); el asesor Atsutoshi Nishida; y otros cinco altos directivos. Los entonces funcionarios de Toshiba tuvieron que renunciar después del destape.
La revelación abrió la puerta a una reestructuración del directorio de la empresa, la reformulación de las ganancias y multas potencialmente elevadas para el conglomerado. Según medios locales, el caso Toshiba 2015 es el mayor escándalo corporativo de Japón en años.
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Las acciones de Toshiba subieron el martes 23 de julio de 2015 en la bolsa de Tokio debido a que las dimisiones de los altos cargos. Las renuncias buscaron poner fin a meses de incertidumbre en la compañía.
El escándalo de Toshiba fue destapado luego de que varias instancias de control detectaron a principios de 2015 problemas en el balance de la compañía. Tras ello, se creó una comisión de investigación independiente.
El presidente del consejo de administración, Masashi Muromachi, fue quien tomó la presidencia temporalmente hasta la próxima asamblea de accionistas.
El informe señaló como motivo de la falsificación que la “cultura empresarial” de Toshiba no toleraba réplicas a los superiores y apuntó que no hubo supervisión interna alguna. Como consecuencia de ello, hubo irregularidades en casi todos los sectores de negocio.
El escándalo de Toshiba del 2015 trajo repercusiones para la imagen de la compañía y la atención de sus accionistas. Sin embargo, Toshiba es conocida globalmente por sus televisores y sus computadoras personales; pero también fabrica material médico y de transmisión de electricidad. Y como organización, tiene más de 200.000 trabajadores en todo el planeta.