Pese al intenso ruido político y las oscilaciones del mercado internacional tras el primer mes de iniciada la guerra en Europa del este, las expectativas de inversión de los empresarios en Perú se mantienen intactas, aunque golpeadas desde el frente de previsiones para la economía en general, tanto en el corto como en el largo plazo.
Así lo refiere la Encuesta de Expectativas Macroeconómicas de marzo del 2022 presentada por el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), que atañe resultados mixtos al término del primer trimestre: inversión a tres meses se mantuvo en el tramo pesimista de 49 puntos, aunque en unos destacables 54 puntos a 12 meses. Ello, en línea con las previsiones de recuperación del negocio, que pasó de 49 a tramo optimista de 51 puntos; y de ventas, que pasó de 47 a 53 puntos, un avance positivo de cinco unidades.
No obstante, las expectativas sobre la economía país entre empresas financieras y no financieras y analistas encuestados cayeron de 45 a 39 puntos a tres meses, y de 53 a 47 en doce. Las peores cifras en dos años. Igual si consideramos para la encuesta solo el sector involucrado para cada uno de ellos: bajó de 50 a 49 a tres meses y de 57 a 55 en doce.
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Para el exministro de Economía Luis Miguel Castilla, la situación se explica por la escalada de enfrentamientos entre Ejecutivo y Congreso, “con responsabilidad compartida”, en este tramo inicial del 2022. Sin embargo, también apunta a manejos tardíos para contener la inflación de materias primas y la poca o nula promoción de la inversión.
Dice, por ello, esperar que las recientes medidas de exención fiscal sometidas por el MEF surtan efecto de cara a la población, a fin de no crear “expectativas que no podrán ser cumplidas al segundo semestre” por la coyuntura global.
“Lo que preocupa al sector empresarial tiene que ver más con esta falta de previsibilidad de las reglas del juego, aquello que atenta más contra los planes de inversión a corto y largo plazo. Lo que se está haciendo no alcanza para restaurar y mucho menos para destrabar nada”, refiere el también director de Videnza Consultores.
Por su parte, el economista José Oscátegui refiere que los ánimos son los mismos para toda la región, en especial tomando en cuenta que se avecinan nuevas tasas de interés al alza en EEUU, que a la postre derivarán en un encarecimiento del dólar y combustibles, factores clave para despegar cualquier negocio.
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“Ni aquí ni en ningún sitio los empresarios se encuentran entusiasmados para invertir en medio de un contexto de crisis mundial. No hay mucho que el Gobierno pueda hacer, es una situación complicada, pues el sector fiscal se ha quedado sin plata tras la pandemia”, señala.
De los 18 indicadores de expectativas, 11 se mantienen en rango optimista. En febrero solo hubo ocho en azul.
El menor valor de las expectativas de los empresarios se dio en marzo del 2020, durante el inicio de la pandemia, cuando se desmoronaron a 21,8, muy lejos de los 51 que se necesitan para el tramo positivo.
Infografía - La República
Juan Oscátegui, profesor de Economía
“La incertidumbre golpea al igual que la ineficiencia política. Nadie pone dinero si la visión de la economía es negativa, a menos que sea a cuatro o cinco años, que son las grandes”.
Luis Miguel Castilla, director de Videnza Consultores
“Hay un aprovechamiento político bastante mezquino y una responsabilidad entre el Congreso y el Ejecutivo en esta situación inflacionaria que complica las inversiones del país”.