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Economía

Qué dejó y qué le depara a la economía para el 2022

Previsiones. El Perú cuenta con la estabilidad económica necesaria para zafar por completo del caos provocado por la pandemia. De cara al tercer año de emergencia sanitaria, especialistas coinciden en que las imprecisiones políticas pueden frenar la senda de recuperación.

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Ciudadanos asisten a los centros comerciales para realizar las compras de Navidad y Año Nuevo. Foto: La República

Tras contraerse en 11,1% durante el 2020, para este año se espera que la economía tenga un crecimiento –consensuado entre el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) y el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF)ligeramente superior al 13%.

Y para el 2022 se espera que el PBI oscile entre 3,2% y 4,8%, una media mayor no vista desde el 2013.

“Recibimos la economía luego de un bajón del año pasado, pero este rebote de 13% es sumamente significativo. Son pocos los países en América Latina que han logrado un rebote tan importante como este”, manifestó en la víspera el ministro de Economía, Pedro Francke.

Al respecto, el economista y exjefe del Banco de la Nación Luis Arias Minaya señala que el efecto rebote se explica por el buen comportamiento de la economía global y por el exitoso proceso de vacunación, lo cual ha permitido que hasta el momento no se geste una tercera ola en nuestro país que obligue a paralizar las actividades, como a inicios de este año.

No todo es rebote

Hace un par de días, Pedro Francke realizó un balance de la actividad económica durante su gestión, y afirmó que la inversión privada cerraría el 2021 con un crecimiento de 34,5%, logrando así un repunte de 12,2% por encima de los niveles previos a la COVID-19.

“La inversión privada este año está creciendo 34,5%. Es verdad que en el 2020 cayó 16,5%, pero está creciendo 34%. Eso no es un rebote, 34% es más del doble que el 16%”, dijo (ver infografía).

Asimismo, Francke Ballvé destacó que la inversión pública logró un récord de S/ 31.761 millones, monto 22,2% mayor a los S/ 20.615 millones ejecutados en el 2020.

“La inversión pública ejecutada en el presente año será la más grande que nunca hemos tenido en el Perú”, subrayó.

Ojo a la desaceleración

Por otro lado, es menester precisar que el BCRP estima que la inversión privada crezca 0% para el 2022, sumándose a esto las menores expectativas empresariales.

“Algunos han creído que el Banco Central está diciendo que la inversión será 0%, y eso es un absurdo. No sería cero cuando la inversión minera, todavía importante, crece a 3,4% básicamente por Quellaveco y la no minera, contrayéndose ligeramente en 0,4%”, argumentó Julio Velarde, presidente del BCRP, hace una semana durante la presentación del Reporte de Inflación de diciembre.

Al respecto, Arias Minaya enfatiza que también es importante ver “las proyecciones que se quedaron cortas”.

En ese sentido, al proyectarse para el tercer año de pandemia una desaceleración de la inversión privada, recomienda que el Gobierno de Pedro Castillo debe dar señales positivas, como el descarte inmediato de una asamblea constituyente, así como “cualquier tipo de rompimiento de reglas respecto a contratos”.

Y, en cuanto a las previsiones de la inversión pública para el año venidero, el BCRP espera que crezca 4,5% gracias al mayor gasto en obras de reconstrucción bajo el Acuerdo Gobierno a Gobierno y los proyectos del Plan Nacional de Infraestructura para la Competitividad (PNIC).

No confiar en los vientos de cola

El exministro de Economía Alonso Segura reconoce que el Perú tiene un impulso enorme muy fuerte para su desempeño económico de cara al 2022; no obstante, hay factores domésticos que pueden entorpecer los estimados.

“Se tiene un impulso externo muy fuerte todavía. La inflación es un problema, pero se tienen precios de materias primas muy altos, y eso siempre ayuda muchísimo a la estabilidad peruana”, resumió.

También detalla que la solidez de las materias primas y el crecimiento global encarnan “vientos de cola muy fuertes”, pero si el Gobierno continúa sin virar su curso con decisiones y nombramientos ministeriales cuestionados, la senda de crecimiento irá perdiendo paso y no se pasaría ni del 3%, agravado ello con la inversión privada –que posiblemente termine hasta en negativo, apuntó–.

El otrora funcionario cuestiona que no se hayan gestado políticas que apunten a acelerar el mayor crecimiento a largo plazo o para mejorar la eficiencia de los mercados de bienes o extractores.

“Está ocurriendo que, desde el Congreso con aliados del Gobierno, se derogan y se están retrocediendo en reformas. Mira Educación y Transporte. Se están haciendo contrarreformas y yendo como el cangrejo”, manifestó.

En resumidas cuentas, Segura considera que la política fiscal está en peligro dado que el Ejecutivo solo ha apostado por bonos y subsidios, sin focalización ni intención de mejorar la eficiencia del gasto, y argumenta que “cuando el viento de cola ceda, quedará expuesta la irresponsabilidad fiscal”.

Desgranando el empleo

A octubre de este año, el empleo formal a nivel nacional registra una variación positiva de 2,2% respecto al año previo a la pandemia.

Francke sostiene que “se ha pasado el hueco y estamos en positivo”, pero reconoce que es insuficiente, ya que se espera que el empleo formal crezca entre 5% y 6% anual. “La tendencia es claramente ascendente (...) pero vemos que esta recuperación del empleo es totalmente desigual”, manifestó.

Ello, porque en sectores como agropecuario y minería se observa un evolución de 24,4% y 9,0%, respectivamente. Mientras que en manufactura y servicios, hay una contracción de -1,8% y -6,5%, respectivamente.

En su recuento, el BCRP aclara que son 5 millones 532.000 puestos de trabajo formales que se contabilizan hasta el décimo mes: 3 millones 946.000 del sector privado y 1 millón 586.000, del público.

Por otro lado, solo en Lima metropolitana, la población con empleo adecuado decayó -20,8% (671.100 personas), pasando de 3 millones 231.700 en el 2019 a 2 millones 560.600 en el 2021, según el INEI.

Además, se registraron 522.000 subempleados más (30,2%) que en similar periodo del 2019, pasando de 1 millón 730.200 a 2 millones 252.200 en la actualidad.

En esa línea, el ingreso promedio en el trimestre se ubica en S/ 1.588,30 y representa un descenso de S/ 179,10 comparado con el 2019. De setiembre a noviembre de este año comparado con el previo a la pandemia, la masa salarial tuvo una variación negativa de 13,6%, ubicándose ahora en S/ 7.524 (S/ 8.648 en el 2019).

Balance. Ministro Pedro Francke y los viceministros Contreras y Guerra durante la última conferencia del año del MEF. Foto: difusión

Proyección del déficit fiscal enrumbada

Pedro Francke, por su parte, ratificó que en su cartera no existe una política exagerada de gasto, ya que se logró enderezar la proyección del déficit fiscal heredado del Gobierno transitorio de Francisco Sagasti.

“Cuando se hizo el presupuesto para este año se proyectaba que el déficit fiscal sería de 6,2% del producto bruto interno (PBI) y al final será del 3%. Este Gobierno ha reducido el déficit a la mitad. Hablar de un gasto excesivo no se condice con la realidad”, puntualizó.

El titular del MEF considera que se ha tenido una política “bastante conservadora y responsable”, al punto que el Perú será el país de América Latina con la mayor reducción del déficit fiscal, así como con una recuperación económica más concreta.

Y, sobre las expectativas del déficit fiscal para los próximos años –tras alcanzar un pico de 8,9% en el 2020–, Julio Velarde expuso que el BCRP también contempla una tendencia decreciente.

Así, para este año el déficit fiscal se ubicaría en 3,1%; mientras que para el 2022 y 2023, sería de 2,8% y 2,4%, respectivamente. Dicha evolución se daría por la recuperación de los ingresos corrientes y la consolidación de los gastos no financieros respecto al 2020.

Por último, desde el MEF recordaron que las fortalezas macrofiscales permiten acceder al mercado de capitales extranjeros con una tasa de 2,6% –menor que la de países vecinos–, por lo que se colocaron US$ 5,2 mil millones a bajos intereses.

Datos

Margen. Según el BCRP, los agentes económicos proyectan que el tipo de cambio cierre este año en S/ 4,04, y para el 2022 entre S/ 4,10 y S/ 4,20.

Retorno. Inflación llegaría para el 2022 y 2023 a 2,9% y 2,1%, dentro del rango meta del BCRP, que va entre 1% y 3%.

Radiografía de la economía peruana

Infografía - La República

ECONOMÍA PARA EL 2022

Infografía - La República

Infografía - La República

Infografía - La República

Reacciones

Julio Velarde, presidente del BCRP

“Algunos han creído que la inversión será 0% y eso es un absurdo. No sería cero cuando la inversión minera crece a 3,4% (en el 2022) (...) Aún hay desconfianza, no la misma que agosto, pero se mantiene”.

Alonso Segura, exministro de Economía

“Se tiene un impulso externo muy fuerte todavía. La inflación es un problema, pero se tienen precios de materias primas muy altos, y eso siempre ayuda muchísimo a la estabilidad peruana”.

Los factores detrás del repunte de 13% del PBI

Elmer Cuba, socio de Macroconsult

Efectivamente, la economía crecerá 13% respecto al año pasado, pero este fortísimo rebote tiene su explicación en tres variables: el avance de la vacunación, los programas expansivos del BCRP y el MEF, y, por último, el retiro masivo de dinero con la CTS y AFP. Esto les dio mucho dinero a las familias a costa de su seguro de desempleo y pensiones futuras, pero impulsó el consumo.

Por otro lado, el crecimiento esperado de poco más del 3% responde a un tramo alto. Los privados coincidimos en mayoría una cifra entre 2% y 3% porque los factores mencionados líneas arriba se agotan. Hay que considerar que las expectativas de inversión privada no andan bien y el empleo tampoco recupera su dinamismo. Tarde o temprano, el consumo irá más lento y la inversión privada negativa lastrará a la economía.

Para lo que viene, las exportaciones sacarán la cara. Básicamente por el turismo, ya que este rubro sí va a mejorar respecto a los recientes años, trayendo un crecimiento de entre 2,5% y 3% de la economía.

Debe haber un mayor compromiso del Gobierno con la inversión privada. El gran temor es cambiar las reglas del juego de los últimos 30 años, así como la solución de conflictos. Las Bambas es demasiado grande para estar parada. Sus efectos directos e indirectos llegan a casi 2% del PBI. Es cuestión de semanas. No creo que pare. Su eventual cierre sí complicaría la economía.