Un nuevo informe del Banco Mundial aseguró que las carreras técnicas pueden ser una herramienta útil beneficiar a un mayor número de personas y contribuir a generar rápidamente el capital humano necesario para la recuperación económica y el crecimiento en América latina y el Caribe tras la pandemia.
Carlos Felipe Jaramillo, vicepresidente del Banco Mundial para este lado de la región, demandó a las naciones promover la expansión y mejor calidad de estos programas de educación superior, generalmente de dos o tres años.
“Las carreras técnicas superiores pueden desempeñar un rol importante en la recuperación al ayudar a superar la crisis de empleo y preparar a los individuos para el mundo del trabajo de hoy. En ese contexto, los países de la región deben promover el potencial transformador de estas”, afirmó el directivo.
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Según el reporte, los beneficios salariales de este tipo de carreras son evidentes.
Los graduados de programas técnicos ganan en promedio regional hasta un 60% más que los graduados de escuela secundaria sin ninguna educación superior. Y ganan en el promedio regional un 25% más que quienes abandonan una carrera universitaria.
Además, registran menores tasas de desempleo y de empleo informal.
A pesar de estos beneficios, la proporción de estudiantes en educación superior matriculados en carreras técnicas es de 9% en promedio en América Latina y el Caribe, mucho más bajo que en otras regiones del mundo (34% en Asia Oriental y Pacífico, 30% en América del Norte, 21% África subsahariana, 18% en Europa y Asia Central).
El estudio mostró a tres países latinoamericanos con una alta proporción de estudiantes matriculados en carreras técnicas: Colombia (31%), Perú (25%) y Chile (24%).
El reporte muestra también que los estudiantes de carreras técnicas se gradúan en una proporción mayor (57%) que los estudiantes de carreras universitarias (46%).
“Los programas técnicos tienen importantes ventajas, entre ellas que los proveedores tienen la capacidad de reaccionar de manera rápida y flexible a las necesidades del mercado laboral, tienen una relación fluida con el sector privado y a menudo asisten a los estudiantes en sus búsquedas de trabajo”, dijo María Marta Ferreyra, economista senior del Banco Mundial y una de las autoras del informe.
Sin embargo, la oferta de carreras técnicas en América Latina y el Caribe no tiene aún el desarrollo de otras regiones y su calidad es desigual.
En las últimas dos décadas, la tasa de matriculación a educación superior creció del 23% al 52%en la región, pero la variación mayor ocurrió en las carreras universitarias.
Esto ha hecho que el porcentaje de estudiantes de carreras técnicas en la educación superior sea en la actualidad de solo 9%, más bajo que en otras regiones del mundo (34% en los países de Asia Oriental y Pacífico, 30% en América del Norte, 21% en África subsahariana, 18% en Europa y Asia Central).
El BM sostuvo que para favorecer el crecimiento de los programas técnicos y una mejor calidad en su oferta educativa será crucial implementar las políticas apropiadas.
Esto permitirá a las carreras terciarias alcanzar su pleno potencial. Algunos ejemplos de estas políticas son la provisión y diseminación de información sobre los resultados, costos y beneficios de todos los programas; corregir las desigualdades de financiación entre los estudiantes y tipos de programas; hacer responsables a los programas por los resultados de los estudiantes, y facilitar la acumulación de credenciales y las trayectorias académicas flexibles.