El mercado de divisas parece haberse contagiado por el temor a las consecuencias económicas del nuevo virus detectado en la ciudad china de Wuhan tras un brote de neumonía, un hallazgo que ha provocado que monedas como el yuan o el dólar de Hong Kong se deprecien desde el comienzo de esta semana.
Además, la caída de estas divisas frente al dólar estadounidense genera nuevas dudas en otras monedas de países emergentes, que siguen pendientes de la evolución de la guerra comercial entre Estados Unidos y China o el empeoramiento de la situación económica mundial.
La alerta por el nuevo coronavirus, que ha causado ya la muerte de 9 personas y más de 440 infectados, ha hecho que desde comienzos de semana el dólar gane posiciones frente al yuan, como no lo había hecho desde el pasado 5 de agosto de 2019, cuando el presidente estadounidense, Donald Trump, anunció nuevos aranceles a China.
Este miércoles, un dólar estadounidense se cambia en el entorno de los 6,90 yuanes, frente a los 6,86 del cierre de la semana pasada.
La depreciación de la divisa china de esta semana, según los analistas de Monex Europe, responde a un movimiento de “aversión al riesgo”, que ha afectado también, aunque en menor medida, al dólar hongkonés, con un cambio de 7,77 por cada dólar estadounidense frente a los 7,76 del pasado viernes.
Sin embargo, el temor de China a una mutación del virus de Wuhan que complique su tratamiento unido al impacto económico que podría tener incrementan las dudas sobre otras monedas, especialmente de países emergentes, cuando aún colean otros frentes de incertidumbre que ya afectaron al mercado de divisas en el 2019.
De hecho, la tensión en el plano comercial hizo que se estrechase el diferencial entre el dólar y el euro en beneficio de la moneda estadounidense, según ha explicado a el analista de XTB Miguel Momobela, que añade que el reciente conflicto en Medio Oriente puede hacer que el dólar se revalorice aún más.
Y es que el año pasado el dólar consiguió escalar posiciones frente al euro y llegó a recortar la distancia entre ambas divisas hasta alcanzar 1,09 dólares por euro a finales de septiembre, pese a haber comenzado el mes en 1,154 dólares, nivel máximo del año.
El “brexit” fue otro de los focos de incertidumbre del año pasado y la libra esterlina la gran perjudicada por la salida de Reino Unido de la Unión Europea, ya que de los 1,487 dólares a los que se cambiaba el día del referéndum (junio de 2016), ahora está en 1,30.
En cuanto a la política monetaria, desde la plataforma de divisas Ebury prevén que tanto la Reserva Federal (Fed) como el BCE mantengan los tipos de interés en el nivel actual, en el caso de EE.UU. entre el 1,5 y el 1,75%, y en el de Europa en el 0%.
Esta estabilidad podría hacer que el euro se fortalezca y se aleje del dólar, aunque los expertos advierten de que no se puede perder de vista la cita política más importante de 2020: las elecciones presidenciales en Estados Unidos el próximo 3 de noviembre en las que Trump parte como favorito, a pesar del reciente proceso de destitución al que se enfrenta.
Su continuación en la Casa Blanca, unido a una Cámara de Representantes republicana, no conllevaría cambios drásticos en el gasto o la política fiscal, según Ebury, aunque habría que ver cómo reacciona el dólar a sus decisiones a nivel geopolítico.
En cuanto a otras divisas, desde XTB ponen el foco en el dólar australiano y el canadiense, después de que los bancos centrales de ambos países se sumaran a la oleada de bajada de tipos, pese a tener unos buenos datos macroeconómicos.
El analista de IG España Aitor Méndez cita también al rublo ruso, “la divisa que mejor se ha comportado en 2019”, ya que a comienzos de ese año eran necesarios 69,71 rublos para obtener un dólar y a finales de año bastaba con 61,93 rublos.
FUENTE: Agencias