Según el Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento (MVCS), en el Perú se constituyen más de 140 mil familias anualmente, lo que ocasiona que el déficit habitacional en el país sea de alrededor de más de un millón y medio de viviendas.
Al respecto, Guido Valdivia, director ejecutivo de la Cámara Peruana de la Construcción (Capeco), indicó que hubo problemas para generar una oferta de vivienda apropiada.
“Si nosotros quisiéramos llegar a las 120 mil viviendas que debemos tener para ir reduciendo de manera significativa el déficit habitacional, tendríamos que generar una oferta que supere esta cantidad. Todavía estamos muy lejos”, comentó Valdivia.
Respecto a las expectativas del sector, el ejecutivo sostuvo que en el 2019 se obtuvo un resultado positivo, sobre todo en el subsegmento de vivienda social. “Tanto Mivivienda como Techo Propio han tenido un interesante desempeño”, señaló.
En relación con estos programas, el experto afirmó que el primero creció casi 40% respecto al año anterior y el segundo tuvo un mejor resultado acumulando casi 11.000 unidades de viviendas financiadas.
Asimismo, el 2020, según el especialista, también debería ser un año de crecimiento.
En ese sentido, Valdivia estimó que "en la ciudad de Lima podríamos bordear las 20.000 unidades habitacionales de venta y quizá lleguemos a unas 40.000 a nivel nacional".
Sin embargo, consideró que estos números todavía están por debajo de las cifras que se obtuvieron hace seis años.
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"Tuvimos años en los que se tomaron decisiones administrativas muy malas que hicieron que los proyectos inmobiliarios se demoraran, o que una parte de la demanda de vivienda que tenía capacidad de pago no pudiera hacer visible sus expectativas", expresó.
En referencia al sector inmobiliario, Valdivia alertó de que si no se generan más proyectos, en el 2021 se podría elevar el precio de las viviendas.
"Tenemos que evitar que el ritmo de construcción se reduzca porque eso podría generar una escasez de vivienda, y eso tiene dos consecuencias: menos ventas e incremento de precios", aseveró.
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Asimismo, señaló que entre los problemas críticos que perjudican el desarrollo de la oferta inmobiliaria se encuentran las trabas burocráticas, la falta de suelo urbano y la falta de agua y desagüe.
Por último, Valdivia agregó que para alcanzar las metas del próximo año se tiene que cumplir con las atribuciones del Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento (MVCS) y la asignación de recursos en cantidad apropiada para los subsidios y créditos de los programas de vivienda social.
Valdivia indicó que el precio de las viviendas tiene un límite y anualmente varía a partir de la modificación de la Unidad Impositiva Tributaria (UIT). “En la vivienda social, que ya explica la mitad de las ventas que se dan en el país, no creemos que haya un crecimiento muy fuerte, en el segmento de vivienda no social, es decir que está por encima de los precios topes de Mivivienda, estimamos que puede haber un incremento de 3% o 4% por año”, agregó.