Tras tres semanas de incesantes manifestaciones en Chile, que comenzaron luego de que el gobierno de Sebastián Piñera decidiera subir el precio del pasaje de metro, miles de micro, pequeñas y medianas empresas chilenas (Mipymes) se han visto gravemente afectadas.
La paralización del comercio, de los servicios y también del turismo ha supuesto un golpe económico inesperado para quienes no tienen una gran suma de dinero para financiarse en momentos de crisis.
“A la fecha ya se han perdido 70 mil puestos de trabajo, lo que equivale a casi un punto del desempleo. Si el país no vuelve a funcionar con normalidad en los próximos 10 días, me atrevo a decir que aquí están en juego 500 mil empleos más”, afirma Juan Pablo Swett, presidente de la Asociación de Emprendedores de Latinoamérica.
Por otra parte, según un catastro realizado por Swett, del más de poco más de un millón de pymes que existen actualmente en Chile, un 15% hoy está con serios problemas de liquidez debido a la crisis.
“La economía está trancada por completo. Está trancado el consumo, las decisiones de inversión de las grandes empresas y de las empresas extranjeras, y las contrataciones de personal. En términos económicos, en Chile se está incubando una tormenta perfecta”, asegura.
A modo de ejemplo, el presidente de la Asociación de Emprendedores de Latinoamérica sostiene que "solo en la industria del turismo, conformada por 9 mil empresas que emplean a aproximadamente a 170 mil personas, las reservas han caído en un 51%”. “La imagen país cayó muchísimo, la gente ya no quiere venir a Chile”, agrega.
De acuerdo con un estudio realizado por el Ministerio de Economía de ese país, son casi 6.800 pymes las que reportaron robo, saqueos o incendio de sus comercios. Según Juan Pablo Swett, con los últimos acontecimientos esta cifra podría haberse elevado a las 10 mil pequeñas y medianas empresas.
Los empresarios afirman que apoyan el fondo de las manifestaciones, puesto que quieren una sociedad más igual, más justa, con mejores pensiones y mayor calidad en la salud y educación.
Sin embargo, tienen miedo de que esa lucha implique una recesión económica que termine por acabar con sus negocios. Esto, a pesar de que el gobierno anunció la semana pasada un plan para apoyar a estas compañías que contempla, entre otras cosas, facilidades para el pago de impuestos y flexibilidad para la reprogramación de créditos.
FUENTE: BBC