Empresarios mexicanos están “optimistas” ante el próximo “boom de la economía verde” que traería la legalización de la marihuana, que se discute en el Congreso, por las oportunidades que representa para la industria y el campo del país, expresan especialistas consultados.
Guillermo Nieto, presidente de la Asociación Nacional de la Industria del Cannabis (Anicann), prevé que la regularización de la marihuana se aprobará en breve, por lo que él calcula que, en enero de 2021, se activaría un mercado potencial de cinco mil millones de dólares anuales.
Por esa razón, expone, hace un año surgió la Anicann, que ahora agrupa a 200 empresarios listos para invertir, en cuanto se legalice, en el cultivo, la medicina y la industria del cannabis en México, donde hay potencial en todo el país para producir hasta tres veces más cosechas que las de Estados Unidos y Canadá.
"Esa competitividad, en un mercado como el que se viene, nos puede volver punta de lanza a los mexicanos en una nueva economía verde. A nosotros nos gusta pensar que México se va a convertir en el principal productor de patentes canábicas en el mundo", afirma el representante del sector.
El debate sobre la marihuana se reactivó en el congreso mexicano este mes, cuando el diputado Mario Delgado presentó una iniciativa de ley para fundar una empresa estatal, llamada Cannsalud, que ejercería el monopolio del comercio en el país, además de un impuesto especial del 12 % que se destinará a programas sociales.
“Es el nuevo oro verde. Hoy que estamos pensando en que ya no tenemos petróleo, pues debemos pensar en esto, que aparte es renovable. Cada 20 semanas un agricultor puede volver a sembrar”, comenta.
Latinoamérica está siendo vista como una región que está cada vez más legalizando su cultivo, por ejemplo Uruguay, durante el Gobierno del expresidente José Mujica, fue el pionero en todo esto y no solo respecto al cannabis recreativo, sino al medicinal, regulando los controles del cáñamo. Se estima que la exportación de productos derivados del cáñamo reportará grandes números en unos años.
A diferencia de otros países, Uruguay sí cuenta con una economía sustentada a base de la producción de cáñamo, siendo la más conocida, la semilla de cáñamo, debido a que se comercializa y se distribuye en más grandes proporciones.
Por eso el apoyo al campo es algo en lo que coincide Zara Snapp, cofundadora del Instituto RIA, una asociación que ya realiza talleres en ciudad de México para emprendedores que estén interesados en incurrir en la industria del cannabis con una perspectiva de justicia social.
“Queremos formar y cultivar una industria con conciencia, que está pensando bien las cosas, que quiere aportar a la sociedad a través de esta industria y que no sea nada más por las ganancias económicas. Creo que para los mexicanos es algo fácil de entender”, manifiesta.
La asociación también estima que el gobierno mexicano podría recaudar en impuestos hasta 400 millones de dólares anuales y que los agricultores podrían percibir más de 3 mil dólares por cada hectárea cultivada.