El Chelsea, el equipo que nadie esperaba, se ha plantado por segunda vez en su historia en una final de Liga de Campeones , en la que puede ser la última oportunidad de lograr la gloria europea para una plantilla cada vez más veterana. El pobre juego y los malos resultados cosechados empujaron al dueño del club, el multimillonario ruso Román Abramóvich, a destituir en marzo al portugués André Villas-Boas tan solo ocho meses después de contratarlo. Su asistente, el exjugador "blue" Roberto Di Matteo, tomó las riendas del equipo y decidió volver al fútbol de balones largos y contragolpe que tantos buenos réditos dio al club en el pasado y otorgar el poder que le había intentado quitar el extécnico del Oporto a la vieja guardia del club, los John Terry , Frank Lampard , Ashley Cole o Didier Drogba . El Chelsea confía en hacerse con la ansiada corona europea hoy en la segunda oportunidad de la que dispone, ya que en su primera y única final, en 2008 , disputada en el estadio moscovita de Luzhniki, perdió por penaltis ante el Manchester United. Aún estaba guardada en la retina de los aficionados del Chelsea el célebre "Iniestazo", el tanto del jugador azulgrana Andrés Iniesta que, en el tiempo de descuento , dio el pase a la final de 2009 al Barcelona. (Con información de EFE).