Cinco de los once equipos peruanos terminaron la competencia. Fernando Ferrand en autos y Felipe Ríos en motos fueron los mejores en la escuadra nacional.Un hecho histórico.,La 'Fuerza Inca' dio una muestra de mucho coraje,Isabel Carreño Girio. Once tripulaciones salieron de Mar del Plata quince días atrás. Seis camionetas, cuatro motos y una cuatrimoto que llevaban en alto la bandera nacional de la Fuerza Inca en el Dakar 2012. Solo cinco tripulaciones lograron superar los avatares que les esperaban a lo largo de las 14 etapas marcadas por tramos de barro, terrenos llenos de piedras, el temido fesh fesh (o talco) y las inmensas dunas de los desiertos peruanos. Tres coches y dos motos entraron triunfantes a la capital con la blanquirroja en alto: Fernando Ferrand, padre e hijo, Juan López y Andrés Young; el equipo Alta Ruta 4x4 conformado por Jesús López, 'Pancho' León y Tomás Hiraoka en coches. Felipe Ríos y Carlo Vellutino en motos. "Mi papá y yo estamos muy contentos de estar por fin en Lima. Ha sido espectacular el recibimiento y sentir la calidez peruana desde que llegamos a Arequipa", afirmó un emocionado Fernando Ferrand. "Después de correr tres rallies, el de Perú es más especial porque estoy con mi gente’’, agregó el piloto nacional que junto a su padre cumplió su tercer Dakar consecutivo. "Nuestra meta era llegar y mejorar los resultados. La experiencia nos ha hecho llegar bien". Esta vez los Ferrand lograron ubicarse en la posición 46 de la general y fueron los mejores pilotos rankeados en el Dakar. En tanto, el triplete de Alta Ruta 4x4 consiguió llegar a la meta en la posición 49 y López se ubicó 59. De otro lado, el motociclista Felipe Ríos se consagró como uno de los 50 mejores pilotos del desierto sobre las dos ruedas. “Estoy muy contento de haber terminado todo el Dakar, bastante cansado, con ganas de recuperar energías, quiero dejar la moto por algunos días. Pero muy feliz de haber logrado la meta después de tanto trabajo y esfuerzo”, precisó Ríos, quien se ubicó 49 en la tabla general. “Para ser mi primer Dakar haber tenido un buen desempeño es algo excelente que motiva más en tu patria”, apuntó. Ríos mostró un ritmo de competencia constante empezando en la posición 113 para ir escalando a la 71 en la segunda etapa, 46 en la séptima y 40 en el penúltimo tramo. Por su parte, Vellutino no aguantó la emoción al llegar a Asia y las lágrimas se hicieron presentes. "Cuando cruzas la meta es una mezcla de emociones, te acuerdas de distintos momentos de la carrera, de los problemas que tuviste, es algo inexplicable", sostuvo el carismático piloto, que espera estar presente en el Rally 2013. HUBO APOYO EN TODO MOMENTO Si bien seis tripulaciones nacionales abandonaron por problemas mecánicos o accidentes en la ruta, estos no dejaron de apoyar a sus compañeros que aún seguían camino hacia la capital. Diego Weber y Alonso Carrillo estuvieron presentes en el último bivouac en Pisco. Jacques Barron, 'Tato' Heinrich, Juan Dibós, Juan Carlos Cáceres no se quedaron atrás y luego de sus respectivos abandonos tanto en el campamento como en la ruta también ofrecieron su apoyo incondicional. "Tengo sentimientos encontrados. Feliz porque completaron el Dakar, pero yo no lo logré. Pero listos para el siguiente año y cumplir la meta", precisó Heinrich. Además de ellos Ignacio Flores, el único piloto de cuatrimotos que tuvo que abandonar por una fractura en el tobillo, estuvo en los últimos campamentos. "La Fuerza Inca dio muestra de coraje", dijo Flores muy emocionado.