El fútbol está a punto de experimentar una revolución en sus reglas con la introducción de la tarjeta azul, una medida que busca mejorar la conducta en el campo y agilizar el juego. La Federación Internacional de Fútbol Asociación (IFAB), encargada de dictaminar las normas del juego, ha propuesto esta nueva sanción dirigida específicamente a las protestas hacia los árbitros y a detener ataques prometedores de manera no violenta. La tarjeta azul simboliza una evolución en el arbitraje: es la primera vez que se introduce un nuevo color de tarjeta desde la adopción de las amonestaciones amarillas y rojas en 1970.
A través de redes sociales, la FIFA aclaró que aún es temprano para la implementación de la tarjeta azul en el mundo del fútbol. De acuerdo al máximo ente de este deporte, si se hace uso de esta nueva herramienta, será en categorías menores.
FIFA se pronuncia sobre la tarjeta azul. Foto: X/FIFA.
"Cualquier prueba de este tipo, si se implementa, debería limitarse a realizar pruebas de manera responsable en niveles inferiores, una posición que la FIFA pretende reiterar cuando se debata este punto del orden del día en la Asamblea General Anual de la IFAB el 1 de marzo", se puede leer en el comunicado.
La tarjeta azul se utilizará para penalizar acciones específicas en el campo que no lleguen a ser merecedoras de una tarjeta roja, pero que requieran de una sanción inmediata. Estas incluyen cortar un ataque prometedor de manera no violenta y protestas excesivas hacia el juez principal. Aquello implica la expulsión temporal del jugador por un periodo de 10 minutos, de modo que el equipo queda en desventaja numérica durante ese tiempo. Esta medida busca fomentar un mayor respeto hacia los árbitros y una conducta deportiva más limpia y justa.
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La IFAB tiene previsto presentar oficialmente la tarjeta azul en su congreso anual el 4 de marzo de 2024. La implementación de esta nueva regla sería gradual: se comenzaría con pruebas en competiciones seleccionadas antes de su adopción en todos los niveles del fútbol. Esta fase de prueba permitirá evaluar su efectividad y realizar los ajustes necesarios antes de su implementación global.
La IFAB ha expresado que la introducción de la tarjeta azul representa un paso adelante en el esfuerzo por mantener la integridad y el espíritu del juego. Al limitar las protestas y penalizar estratégicamente, la organización busca promover un ambiente de juego más respetuoso y justo. Además, se estudiarán otras propuestas de cambio, como el uso de cámaras corporales por los árbitros y la modificación del VAR, para mejorar aún más la experiencia del fútbol tanto para jugadores como para aficionados.
La tarjeta azul difiere de las amarillas y rojas principalmente en su propósito y consecuencias. Mientras que las amarillas son advertencias y las rojas resultan en una expulsión directa del partido, la azul conlleva una expulsión temporal de 10 minutos por acciones específicas como protestas excesivas o cortar un ataque prometedor de forma no violenta. Esto introduce una penalización intermedia que afecta la dinámica del juego sin remover permanentemente al jugador del partido.
La tarjeta azul se convertiría en una revolución del fútbol internacional. Foto: difusión
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La tarjeta azul se probará inicialmente en competiciones seleccionadas por la Federación Inglesa de Fútbol (FA), incluyendo la FA Cup masculina y femenina. Estas pruebas permitirán evaluar su impacto y efectividad antes de considerar una implementación más amplia en el fútbol.