El suelo mistiano albergó la última fase de la edición 51 de Caminos del Inca. El piloto Nicolás Fuchs (41) mantuvo su ventaja en los últimos dos especiales y se adjudicó su tercera corona del campeonato más laureado del circuito automotor peruano. Fue un clima de fiesta para los fanáticos de los fierros.
Fuchs hizo un total de 12 horas 41 minutos y 32 segundos en los 11 días de competencia. Fue seguido por Eduardo Castro, quien sumó 12 horas 54 minutos y 3 segundos. Luego de su arribo a Cabrerías, los competidores partieron hacia la plaza de Armas del distrito de Cayma, donde fueron premiados y tuvieron contacto con sus familiares y fanáticos.
Raúl Coyo e Iván Figueroa, con los colores de Cienciano. Foto: Wilder Pari/URPI-LR
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Fuchs señaló que el tramo más complicado fue el Huancayo-Ayacucho, por sus 220 kilómetros de trayecto. "Esa fue la prueba para la máquina y el equipo", señaló. De otro lado, se sintió satisfecho con la respuesta del público que siguió la competencia, indicando que superó a otras ediciones. Evitó pronunciarse por la reciente sanción de la Federación Peruana de Automovilismo contra Raúl Orlandini, que lo descalificó en plena competencia.
Los familiares de los competidores fueron sus principales fans, sobre todo de los corredores juliaqueños, quienes llegaron en buen número a la meta. Fue el caso de Orlando Mamani, quien ganó la categoría Súper 1600. Sus familiares lo recibieron con flores y él derramó algunas lágrimas. Igual sucedió con Gilmer Salas, piloto altiplánico que por primera vez compite en Caminos del Inca y logró dar toda la vuelta.
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Hubo otra historia de sentimientos encontrados: el piloto juliaqueño Fernando Díaz de 74 años logró dar la vuelta, pero así marcó también su despedida del mundo de los fierros. Refirió que luego de 30 años volvió a ponerse al volante como despedida. "Estoy muy triste por dejar el timón, pero así es la vida", dijo con la voz quebrada.
Otros competidores no ocultaron su pasión por el fútbol y caracterizaron sus bólidos con los emblemas de sus equipos. Fue el caso de Miguel Alayza, quien volvió a dar la vuelta en vehículo con los colores de Alianza Lima y llegó a la bandera a cuadros portando un flameable blanquiazul.
De igual forma, llegó el team cusqueño de Raúl Coyo e Iván Figueroa, quienes colocaron la insignia de Cienciano en su carrocería y también posaron con la bandera del Papá tras ir a Arequipa.
La solidaridad tampoco pudo faltar. Así, la unidad 87 de Luis Mendoza y Nicolás Montgomery remolcó al auto 777 de José Luis Peceros y Edgar Meléndez luego de que la unidad fundiera motor en el último tramo. Meléndez no ocultó su decepción por la falla mecánica y espera cobrarse el próximo año la revancha.
Por testimonio de los pilotos, todo apunta a que los próximos tramos finales de Caminos del Inca seguirán siendo en ciudades del interior. Al parecer, ya no se podrá reeditar el último tramo Arequipa-Lima, que iba íntegramente por la carretera Panamericana. Indicaron que ahora es más complicado cerrar esta vía debido a su alta transitabilidad.