¿Qué siente un arequipeño cuando ha llegado a la cima del volcán Misti?, le preguntamos a Juan Carlos Abiega. El atleta no supo responder de inmediato. “Ahí arriba uno siente que puede tocar el cielo, es como tocarlo. Uno se siente gigante. Es como estar en otra dimensión. Como si hubieras hecho un viaje a un lugar muy lejano”, dijo.
Tres horas cincuenta, seis minutos y 15 segundos corrió y caminó para coronar su objetivo. Ganó así la competencia de ascenso al Misti que organizó el Club Deportivo de Andinismo de Arequipa por el 483 aniversario de la ciudad de Arequipa. El atleta impuso un nuevo récord para esta prueba, considerada como la más exigente del mundo por sus desafíos físicos y mentales.
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Se sacó el clavo porque en el 2019 también participó en la competencia, pero el físico y el duro trajín lo traicionaron. Abiega reconoce que se confió.
“La primera vez me sentí confiado. Saqué ventaja a otros atletas pero al llegar a Nido de Águilas no daba más. El camino me parecía infinito. Terminé segundo, pero no conforme”. Tiene 25 años, vecino del distrito de Cerro Colorado, es soltero. Al terminar el colegio decidió irse a trabajar a una mina informal en Chala.
Es ahí donde empezó a subir y bajarcerros junto a su mascota, un perro. Le nació la afición del atletismo, por eso decidió dejar el trabajo y dedicarse de lleno a la disciplina deportiva.
“Me di cuenta de que podía correr, ganar plata y ser deportista”. Este año participó en la maratón Virgen de la Candelaria que organiza la Municipalidad de Cayma, ocupó el segundo lugar en el podio. Para su segundo ascenso al volcán tutelar se sintió seguro, con experiencia, por eso es hoy el atleta que subió más rápido a la cima.
“Desde la partida, en la Plaza de Armas, me sentí seguro. En la subida te encuentras de todo. Piedras, viento, arena, frío, estando uno preparado sabe a lo que enfrentas, se pierde el miedo pero no el respeto a la naturaleza, ella manda”, cuenta el deportista. El segundo lugar fue para Diego Chuquicondo Condorado con 3 h 59 min 10 seg y el tercero para Carlos Flores Huamaní 4 h 8 min 20 seg.
El entrenamiento de Abiega es diario. Tres horas por la mañana y dos por la tarde. Es de familia humilde, por eso es que también trabajó en la construcción de casas, hoy hace delivery de comidas. No tiene carga familiar por lo que está dedicado a entrenar con el profesor Alfredo Quispe, enfocado en su próximo objetivo, ganar la Maratón Internacional de los Andes que se correrá el noviembre en Huancayo.
“Todo se puede”, dice Juan Carlos sabiendo que deberá correr junto a los especialistas de las maratones nacionales, los huancaínos.
El día que fue reconocido por ser el primero en la competencia de ascenso conmovió a sus compañeros y amigos.
“Cuando uno hace deporte es feliz, así me siento yo y quisiera que niños y jóvenes puedan practicar cualquier disciplina. Así harán felices a sus familias también. Sin drogas, ni alcohol todo va mejor”.
Juan Carlos no es ajeno a la indiferencia del Estado con respecto a los deportistas. Por eso es que pide apoyo a las autoridades y empresas privadas para costear su indumentaria, sus rehidratantes, viajes, alimentación entre otros.
Esta prueba cubrió una distancia de 15 kilómetros y se disputó en dos tramos. El primero entre el cementerio de San Luis (Alto Selva Alegre) y Nido de Águilas (4572 m s. n. m.), y el segundo fue entre Nido de Águilas y la cima del volcán tutelar de Arequipa a (5.822 m s. n. m.). El último récord de ascenso lo tuvo Diego Chiquicondo con cuatro horas y 30 minutos.