Alianza Lima hizo historia con su sorpresivo triunfo por 2-1 ante Libertad de visita por Copa Libertadores. El equipo dirigido por Guillermo Salas rompió la mala racha de 30 partidos sin ganar en el certamen internacional, y lo hizo ante el club que es actual puntero de la liga paraguaya y también el campeón del Apertura 2022. La alegría por la victoria blanquiazul generó que una jugada que pudo ser trascendental como el gol anulado a Aldair Rodríguez pase algo desapercibida.
A los 53’, pocos minutos después de que el exjugador de Binacional anote el primer tanto del partido, él mismo se encargó de poner el segundo de zurda tras algunos rebotes en área de Libertad. Sin embargo, el VAR llamó al árbitro Facundo Tello por una presunta falta de Pablo Míguez sobre el defensa Matías Espinoza en la jugada previa a la definición de Marco Aldair Rodríguez.
Marco Aldair Rodríguez ya había hecho 1 gol en Copa Libertadores con Binacional en 2019. Foto: EFE
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La jugada del tanto anulado a Rodríguez empezó con una individual de Bryan Reyna tras un rechazo de la defensa de Libertad. Tras conducir y lucharla, el balón le quedó a Pablo Sabbag, quien sacó un potente remate de derecha con poco ángulo. La polémica de la situación vino tras la atajada del portero Martín Silva. Esta dejó en posición de gol a Míguez, pero la intervención de Espinoza cambió las cosas.
El paraguayo vino desde atrás e intentó incomodar al defensor aliancista y también bloquear su cabezazo. Pudo lograr este último cometido con la espalda, pero luego se quedó echado en el suelo agarrándose la cara como si hubiese sido lastimado por Míguez al momento que saltó para cabecear. La jugada terminó en gol tras un pase de Sabbag, pero se anuló por un supuesto golpe.
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Según se mostró en la transmisión del partido, el VAR se centró en determinar si Pablo Míguez golpeó a Matías Espinoza con su brazo izquierdo luego de haber saltado para cabecear. Sin embargo, la toma más cercana desde arriba del arco hace notar que es Espinoza quien llega desde atrás —Míguez no lo ve— y a velocidad, y en su intento de evitar el gol se golpea con el brazo del uruguayo.
El movimiento de brazos de Míguez no es exagerado ni anormal, y debería ser considerado como parte del impulso para saltar. Pese a ello, la decisión final del árbitro hace pensar que interpretó el choque entre la cara de Espinoza con el rival como una falta. Al margen del carácter interpretativo de la jugada, no tiene mucho sentido que haya cobrado un golpe de Míguez si Espinoza fue quien se lanzó hacia él.