Si bien vive una situación más que cómoda a nivel deportivo como puntero en solitario de LaLiga española, el FC Barcelona estaría a punto de atravesar un lío judicial por el escándalo del pago millonario a José María Enríquez Negreira, exvicepresidente del Comité Técnico de Árbitros de España. De acuerdo con el diario El País, la Fiscalía de la ciudad catalana denunciará al cuadro azulgrana por corrupción en los negocios, delito tipificado desde el 2010 que incluye el fraude en el ámbito deportivo.
Según dicho medio, la acusación engloba tanto al equipo blaugrana como al expresidente Josep Maria Bartomeu, a miembros de su directiva y al propio Enríquez Negreira. El Ministerio Público contempla que la acusación sea por un delito en modalidad continuada (desde 2010), ya que los pagos a la empresa del exréferi, Dasnil, se produjeron al menos desde el 2001 hasta el 2018 por un monto aproximado de 7 millones de euros.
El denominado caso Negreira o Barçagate surgió a raíz de la revelación de un abono por 1,4 millones de euros a Enríquez Negreira entre el 2016 y 2018. Tras el fin de estos desembolsos, los ingresos de Dasnil cayeron rápidamente al perder al que prácticamente era su único cliente (FC Barcelona), lo que llevó a su cierre hace algunas semanas; aunque ya desde mayo del 2022 la Fiscalía investigaba a dicha empresa por irregularidad fiscal.
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Acerca de esta situación, el ministro de Cultura y Deporte de España, Miquel Iceta, declaró que su institución solo podrá intervenir una vez formalizada la denuncia: "El problema nos preocupa porque perjudica al fútbol y al deporte español. Está siendo investigado por la Fiscalía. En el momento en que formalice la acusación en vía judicial podremos actuar, pero se entenderá que no lo haga antes".
Hace algunas semanas, el FC Barcelona emitió su descargo, a través de un comunicado, para aclarar que los abonos a Enríquez Negreira se dieron por concepto de asesorías, específicamente para informes técnicos sobre jugadores de categorías inferiores, pero también sobre el arbitraje profesional.
No obstante, en su primera declaración ante la Agencia Tributaria, el exréferi sostuvo que el club le pagaba con la finalidad de tener arbitrajes "neutrales" y para que "no se tomaran decisiones en su contra", aunque luego optó por no declarar ante la Fiscalía al alegar alzhéimer.