La selección peruana se venía enfrentando ante Bolivia, previo al Sudamericano Sub-20, y en los minutos finales se enfrascaron en una bronca ambos conjuntos. Juan Pablo Goicoechea mandó un patadón y Amasifuén pegó un puñetazo. El primer tiempo finalizó con un empate sin goles, con poca emoción en ambas áreas.
Todo empezó con una disputa entre Kenji Cabrera y Bruno Póveda, cuando los jugadores suplentes de ambas selecciones ingresaron al campo de juego y se fueron a las manos entre sí. El árbitro peruano Joel Alarcón le mostró la tarjeta roja a cuatro futbolistas. Dentro de ellos, Goicoechea y Cabrera fueron expulsados. Los otros dos fueron del conjunto altiplánico: Póveda y Eduardo Álvarez.