En el mundo del fútbol existen distintas tradiciones y una de estas es la de rapar por completo a un jugador que debuta en la primera división. Hace unos días, logramos ver esto con el esperado estreno de Juan Pablo Goicochea en Alianza Lima. Sin embargo, ¿por qué se hace esto siempre?
El primer partido de un juvenil en la máxima categoría de un campeonato es el paso primigenio hacia lo que puede ser una carrera exitosa, como cualquiera desearía. Además, es el resultado de, en algunos casos, el esfuerzo y la dedicación para poder mostrarte ante los ojos de todo el mundo.
Sin embargo, esto conlleva a pagar un precio, pasar por la máquina rasuradora. Esto no solo ocurre en el fútbol, sino también en el rugby. El motivo por el que se sigue esta tradición viene del servicio militar. A los recién llegados, se les rapa la cabeza para comenzar a formar parte del escuadrón.
Con el paso de los años, el modo de darle la bienvenida a los debutantes ha ido variando. En Colombia, también es tradicional bañarlos en leche, con la finalidad de darle confianza al futbolista y tenga la sensación de unión con el primer equipo.
En Chile, tienen una curiosa manera de anunciar a los juveniles o, para ser más precisos, son ellos mismo quienes se presentan ante los demás; puesto que, en la hora del almuerzo, deben subirse en una silla y entonar una canción de su elección.