Con mucha razón, antes de jugar en Brasil, el entrenador Néstor Lorenzo manifestó su preocupación por la falta de efectividad de sus jugadores a la hora de hacer los goles.
En la ley del fútbol, los merecimientos no ganan partidos. El mejor ejemplo es el que sufrió anoche el FBC Melgar en Brasil. El equipo arequipeño tuvo más chances de gol, jugó bien, pero perdió. En los últimos minutos se desmoronó física y moralmente, cayó 2-0 ante Cuiabá en su primera presentación en la Copa Sudamericana.
A pesar del resultado, digna presentación fue la de Melgar. Sin temor al rival, los rojinegros fueron atrevidos desde el minuto inicial. Iberico, Cuesta, Pérez y Arias tuvieron claras ocasiones, faltó tranquilidad para vencer al portero Walter que por momentos mostró seguridad pero en otros fragilidad a la hora de contener el balón.
Un Melgar muy distinto, al que se ve en el fútbol peruano, fue el que se presentó ayer en Brasil. Hubo rapidez, orden y sobre todo, en el primer tiempo, táctica ofensiva y defensiva impecable.
Cuiabá aprovechó que en el segundo tiempo los nacionales se vieron con menor rendimiento físico. Todo distinto a la primera parte, faltó presión, precisión y carrera para aprovechar por lo menos el contra golpe.
Con un penal dudoso sobre Elton y sin la reacción de los compañeros luego de que Cáceda atajara en primera instancia, llegó el primero de la noche. El segundo llegó, otra vez por medio de Elton, en medio del desconcierto por la lesión de Tandazo, retirado del campo de juego.
En los minutos finales Melgar se desmoronó. Con una derrota pagó los tantos que desperdiciaron en la primera etapa, cuando fueron claramente superiores al rival.
Sin tiempo para lamentos, los mistianos jugarán el domingo ante San Martín en la Liga 1 y el jueves ante River Plate en Uruguay por la Copa Sudamericana.