Durante su carrera como futbolista, Diego Armando Maradona anotó 345 goles, la mayoría de ellos al vestir la camiseta del Argentinos Juniors, club donde debutó. Con un arsenal de anotaciones en su haber, la nostalgia de sus fanáticos quedó impregnada en el último tanto que marcó ‘D10S’ de forma profesional.
Ya han pasado más de 20 años desde que Maradona decidió dejar de recorrer las canchas como mediocampista, exactamente un 14 de septiembre de 1997 en la Bombonera.
En aquel partido que se disputó contra Newells’s por el torneo Apertura argentino, Maradona vistió la ’10′ de Boca Juniors. Pero su último tanto no fue tan pomposo como los que había marcado en el mundial de México 86; sino que lo ejecutó desde los doce pasos.
La jugada se desencadenó tras una mano dentro del área de Daniel Faggiani. El arbitro Rubén Pascualino, apoyado por su asistente, decretó la falta y sentenció el penal, en medio de las protestas injustificadas de los jugadores rojinegros.
Maradona cogió el balón y se acercó hacia el área de penal. Lo acomodó en el punto de tiro y con las manos en las caderas empezó a moverse un poco intranquilo. Luego, regresó e hizo saltar ligeramente el balón con las manos, retrocedió para colocarse directo al arco y esperó el pitido del árbitro.
Al frente de la portería estaba Sergio Goycochea, uno de los mejores arqueros y famoso por su habilidad para atajar penales, además de compañero de Diego en la selección argentina.
Al sonido del pitazo, Maradona corrió ligeramente e hizo rodar la pelota al ras de la cancha, cerca al palo derecho del portero, quien eligió el lado opuesto. Las gradas gritaron el gol, mientras que el crack argentino corría por las bandas hacia el centro de la cancha. Ese tanto, con el que Boca Junior se ponía adelante en el marcador por 1 a 0, era también el último que anotaría de forma profesional.
Aunque comparado con otros momentos históricos en su carrera su último gol no grafica la espectacularidad del juego de Maradona, este tanto permanecerá en el recuerdo de la fanaticada argentina por la importancia de ver por última vez a ‘D10S’ correr con los brazos extendidos luego de gritar una anotación suya.