La evolución de Steven Rivadeneyra durante las últimas temporadas ha hecho que sea uno de los mejores proyectos en el arco y muchos incluso le vean futuro en la selección peruana. Después de decirle dos veces que no a Alianza Lima, era imposible a la tercera. Detrás del futbolista de 25 años hay una historia de constancia, perseverancia y superación para vencer las adversidades del camino.
Cuando tenía cuatro años, recuerda que lo único que les pedía a sus padres eran guantes de arquero. Se probó en el Esther Grande de Arequipa y continuó su formación en Lima, hasta que en 2012 fue comprado por Juan Aurich de Chiclayo luego de un amistoso entre ambos clubes.
Salió campeón del torneo de reservas con el ‘Ciclón del Norte’ ese mismo año y en 2014 debutó en Primera División a los 19 años con Roberto Mosquera. Ganó el Torneo Apertura, fue convocado por Pablo Bengoechea a la selección peruana y cuando esperaba mayor continuidad, Mosquera no lo volvió a poner más en la lista.
Al siguiente año, Rivadeneyra decidió fichar por Universidad San Martín con el objetivo de sumar minutos, pero tapó pocos partidos. Inició el 2016 en el arco, pero una lesión lo sacó de la temporada: se rompió dos veces el quinto metatarsiano y tuvo que ser operado. “Fue muy duro, no se lo deseo a nadie”, contó a La República Deportes.
Se recuperó y en 2017 volvió al calor del norte, esta vez a Sullana, para defender al Alianza Atlético. Tapó más de 20 partidos, pero nuevamente las lesiones lo perseguían: se rompió el ligamento del tobillo llamado peroneo astragalino y no concluyó la temporada.
Deportivo Municipal apareció en un momento clave de su carrera, porque a pesar de estar lesionado, La Academia apostó por él, fue a firmar enyesado y con muletas. En 2018 estuvo a punto de jugar los play-offs por el título y el 2019 dio un giro de 360 grados con la lucha por el descenso. Las deudas del club y la quita de puntos golpearon al plantel, pero lograron mantenerlo en Primera División.
Ahora en Alianza Lima, Steven Rivadeneyra tiene el objetivo de crecer profesionalmente para dar el salto al extranjero y cumplir el sueño de defender a la selección peruana.
¿Cómo es el entrenamiento de un arquero en cuarentena?
Es difícil, extraño ir a los entrenamientos, molestar a mis compañeros y los partidos de los fines de semana. A mí me gusta lanzarme, atajar balones, saltar, volar y la cuarentena me limita a eso. Trabajo lo físico y los movimientos de arquero como la rapidez de mis pies, ver mis pasos al lado derecho e izquierdo, de qué manera voy a achicar, cómo tengo que retroceder y la visualización.
¿Qué decisión ha tomado el club con respecto a los salarios?
Estamos en conversaciones, los capitanes Rinaldo Cruzado, Leao Butrón, Luis Aguiar, Alberto Rodríguez, quienes son los más experimentados, se han encargado de representar al grupo y hablar con la administración. Ellos nos comunican que las conversaciones van por buen camino hasta el momento. Nos van a pagar completo abril y con respecto a mayo aún no sabemos qué decisión van a tomar. Se hablaba mucho el tema de las vacaciones, pero vamos a ver qué pasa en estas semanas.
Pero como grupo, ¿han presentado alguna propuesta?
Vamos a esperar para tomar una decisión. Aún no sabemos si es reducción de sueldo, suspensión perfecta de labores o la opción de vacaciones.
¿Cómo es la comunicación con Mario Salas y cuál es el plan que quiere implementar?
Mario Salas es un entrenador que conoce el medio y ha salido campeón. Nos hemos entrevistado varias veces y quiere sacar lo mejor de nosotros para ser profesionales dentro y fuera del campo. Siento que está con muchas ganas de trabajar y de querer imponer un estilo de juego que vaya acorde al plantel. Le gusta tener un equipo didáctico y que presione. Lo único que nos ha pedido es que creamos en él porque tiene las herramientas para convertirnos en mejores profesionales.
¿Qué significa haber fichado por Alianza Lima?
La decisión de llegar a Alianza la tomé con mi familia, me considero una persona que escucha la opinión de otros. Sabía que iba a ser un año duro porque llegaba a una institución donde hay un arquero que se ha ganado el cariño de los hinchas y es el protagonista. Sabía que llegaría y no sería titular. Pero estoy con la consigna de aprender, crecer futbolísticamente, mentalmente y aprovechar las oportunidades. Es un año duro y con todo esto de la pandemia, me duplica el trabajo.
Alianza es un club donde podré crecer como futbolista, la hinchada es espectacular y te lo hacen sentir desde que sales del hotel hasta que llegas al estadio. Y no solamente en Lima, sino a nivel nacional. Me lo demostraron en Trujillo cuando tapé con Mannucci. El recibimiento del aeropuerto, en el hotel y estadio, es increíble. Alianza es muy popular.
¿Cómo es la relación con Leao Butrón?, ¿qué consejos te da?
La relación es muy buena. Leao es un tipo muy inteligente, extrovertido y le gusta hacer bromas. Pero entre broma y broma aprovecha para darte algunos consejos. Yo lo recibo de la mejor manera porque es un arquero que tiene una trayectoria enorme y sabe muchísimo de fútbol. Te habla con respecto a la ubicación, como jugar con los pies, la concentración, tapar un penal. Son cosas que él me transmite y también lo hace con Ítalo Espinoza y Franco Saravia.
¿Te ves como su sucesor en Alianza Lima?
Voy paso a paso, hay que ver si Leao se retira este año y si termino teniendo la continuidad, tengo que demostrar si estoy preparado para el arco de Alianza Lima, con un partido no basta.
Cuando llegaste a Alianza Lima, ¿qué conversaste con Pablo Bengoechea?
La palabra clave de él fue ‘hay que ser profesional, afuera y adentro’. Me explicó que diera lo mejor de mí y que las oportunidades me iban a llegar. Le agradecí y día tras día me hablaba de lo que quería dentro del campo de juego.
Pablo Bengoechea explicó que el mensaje que quería transmitirles ya no llegaba. ¿Lo sentiste así?
Cuando los resultados no se dan, uno como entrenador o como persona dice ‘tengo el equipo, les digo qué cosas tienen que hacer, pero no les salen. Los resultados no se dan y el equipo no juega, entonces mi mensaje no está llegando adecuadamente’. Es por eso que Pablo dijo eso, lo pienso así. Seguro el mal momento, las circunstancias, la coyuntura de lo que se hablaba extra futbolísticamente también lo terminó irritando.
Pablo Bengoechea
¿Crees que le faltó tiempo a Pablo Bengoechea?
Creo que debió esperar que termine la primera rueda de la Copa Libertadores porque se venían partidos seguidos, entre semana había una revancha. Quizá puedo pensar distinto al comando técnico que tenía esa perspectiva. Cada uno toma sus decisiones en sus caminos y le deseo lo mejor a Pablo.
¿Qué opinas sobre la venta de Kluiverth Aguilar al Manchester City?
Es una proyección muy bonita y a una liga importantísima. Kluiverth se lo ha ganado a base de profesionalismo. Es un chico que se entrena muy bien, respeta y sabe dónde está parado. Le tocó partidos difíciles a su corta edad, pero lo han encaminado bien.
Un ídolo del fútbol peruano
José ‘Caíco’ Gonzales Ganoza
¿Caíco también es tu apodo?
Yo digo que Caíco es uno solo, siempre me dicen eso. Cuando me comparan con él, respondo que soy Steven. Caíco es uno solo.
Debutas en la profesional con Juan Aurich de Roberto Mosquera en 2014, ¿qué recuerdas?
Yo era el cuarto arquero y estaban Erick Delgado, Juan Goyoneche y Alejandro Duarte. El Loco se lesiona, entra Goyo y Duarte se convierte en segundo arquero, mientras que yo sigo en reserva. Pero un día se lesiona Duarte y me toca estar de segundo. En ese momento dije: ‘tengo potencial y es mi oportunidad’. Todo se dio gracias a la Bolsa de Minutos porque si no fuera por eso, se hubiese complicado un poco. Recuerdo que inicio tapando el Torneo Apertura, juego 10 partidos, me convocan a la selección y Roberto no me considera más en la lista. No me explicó los motivos pero ganamos el Torneo Apertura y nos dio el pase a los play-offs donde perdimos la final con Cristal.
¿Cómo era tu relación con Erick Delgado y qué aprendiste de él?
Todos sabemos el perfil de Erick y su carácter, pero era un tipo que te ayudaba, te decía lo que tenías que hacer. Aprendí muchísimo porque a pesar de ponerse rígido con algunas decisiones en el fútbol, es un arquero que tiene un carácter fuerte para mandar dentro de un campo. De él, saqué varias cosas de eso. Era un tipo bueno, solidario, atento y buen compañero.
El mejor gol que te marcaron
Fueron dos de Carlos Lobatón: el gol olímpico y de media cancha que me anota con Cristal en 2014. Me bautizó por partida doble y me dijo ‘Bienvenido al Fútbol peruano’. (ríe)
Dos años con pocos minutos en San Martín...
Sí, el primer año fue complicado porque Ricardo Farro tenía esa hambre de querer ser el titular después de que Pedro Gallese le ganara el puesto. No me dio ni un ‘cachito’, porque le había costado muchos años, él decidió tapar todo, pero al final me fue bien porque lo terminan expulsando y tapo los últimos partidos. Era el referente, el capitán y se luchó hasta donde se pudo. El 2016 fue difícil, comencé jugando, pero las lesiones me terminaron perjudicando, perdí el ritmo y fue un duro año futbolísticamente. Ya no tapé más y busqué otra alternativa.
Luego te vas a Alianza Atlético de Sullana, ¿fue la mejor decisión?
Fue una experiencia muy buena, me abrió las puertas la oportunidad de ejercer mi carrera profesional, siempre que me tocó atajar lo hice de buena manera. Estaba el ‘Pipa’ Carranza, tuve mayor continuidad, la primera vez que tuve mayor continuidad, 26 partidos, fue muy importante ese año.
¿Cómo llega la oferta de Municipal?
Municipal apareció en un momento clave de mi carrera porque me había lesionado. En Muni decidieron confiar en mí por la cantidad de partidos que tuve en Sullana y estoy agradecido con el club porque yo fui a firmar en muletas y enyesado y arriesgar un puesto de trabajo siendo futbolista lesionado es muy arriesgado y yo les supe retribuir eso en el campo.
Arévalo Ríos, mundialista con Uruguay. ¿Cómo fue la vivencia con él?
Arévalo es un jugador importante, sumó muchísimo al club en lo deportivo y como persona fue bueno, pero por decisiones extras terminó yéndose.
El año pasado se complicaron con el descenso y con la quita de puntos por deudas, ¿cómo era la interna con toda esa situación?
La mala racha nos perseguía, anímicamente estábamos bajos, no hablábamos en los entrenamientos, pensábamos ‘el siguiente partido será’ y los resultados no se daban. Pero teníamos que ganar un partido para llenarnos de confianza. Y así fue.
¿Cuánto influyó Víctor Rivera?
Muchas veces la directiva quiso sacarlo, pero nos mantuvimos fuerte. Sabíamos lo que el profesor hacía con nosotros y sabíamos el porqué de las circunstancias. Nosotros estábamos así porque la institución no nos daba las herramientas, así venga el entrenador que venga, esto no iba a cambiar. ¿Sabes cómo? El ‘Chino’ es una persona muy positiva que siempre da mensajes positivos, de aliento y lo hacía llegar al grupo. Él por sus propios medios buscaba personas que nos ayudaran en ese aspecto, psicológico, de motivación, entonces, eso incluyó en nuestro crecimiento para que nosotros no nos vayamos al descenso, nuestro respaldo fue eso, ya nos conocía y la culpa no la tiene el entrenador, la culpa era de la directiva.
Se salvan del descenso, ¿final dramático no?
Sí, final de fotografía. Nos tocó cerrar contra Mannucci en Trujillo, fue algo increíble y los partidos en simultáneo. Teníamos que empatar o ganar porque si perdíamos y Comercio también, nos íbamos a un partido extra y no queríamos llegar a eso porque era una tensión horrible. Alianza nos dio una mano y le ganó a Comercio y Matías Succar aprovechó una viveza que hace Buitrago para empatarlo 2-2. Nos abrazamos y lloramos porque nuestra consigna era dejar a Municipal en Primera. Fue un desahogo total.
¿Eres consciente que en Alianza Lima podrías cumplir el sueño de llegar a la selección peruana?
Sí, eso está claro. Cuando uno tiene continuidad, más aún en el equipo, eso está latente y hay que estar preparados. Pero como siempre digo: primero es tu club y luego lo demás. Trataré de ganarme una titularidad, la confianza, los minutos y luego pensar en otras cosas como selección peruana.
El delantero con el que más sufriste
Emanuel Herrera, me hizo dos golazos en el Apertura y me marcó en el Clausura en 2018 con Sporting Cristal. Lo sufrí muchísimo porque no sabes por dónde va.
Tu mejor atajada
He tenido buenas atajadas, pero la mejor es la que tengo ante Sport Rosario en 2018. A Adrián Zela lo expulsan y jugamos con 10 hombres. Hice una doble atajada: un cabezazo y Carlos Olascuaga quiere patear y agarro el balón en el aire. Ganamos 1-0 en Huaraz.